Mónica Soto Icaza
Dejemos que sucedan
las guerras y los abrazos
que la luz se quiebre
en colores o sombras.
Toma posesión de tu patria:
no importa si la historia
olvida nuestros nombres
mientras naufraguemos
en los confines
de tus fantasías.
Mi piel es territorio
para tus manos.