LA IMPORTANCIA DEL NORMALIZAR EL FEMINISMO EN LA ESFERA PÚBLICA
Por: Isadora Santivañez Ríos
El feminismo es más que un movimiento social, también es considerado un movimiento político que cobra fuerza a principios del siglo XVIII, a través de la toma de conciencia de las mujeres respecto a la situación de opresión y dominación a la que estaban sujetas, así es, inicia con avizorar, reconocer y aceptar la situación de explotación a la que eran sometidas, ya que resultaba ser algo tan común y culturalmente arraigado que ni siquiera alcanzaba a ser reconocido.
Este movimiento genera una transformación social de fondo, en la que las mujeres pasan de no ser valoradas en sus propios hogares, de no tener la posibilidad de por lo menos opinar dentro de sus círculos sociales más cercanos, a convertirse en líderes de opinión a gran escala.
Sin embargo, es un movimiento que ha tenido una gran cantidad de vicisitudes, por lo que aún la lucha feminista sigue siendo una causa que no ha logrado alcanzarse en su totalidad, ya que los movimientos feministas han sido incluso considerados rebeldes e innecesarios dentro de un sistema patriarcal que genera dicotomías entre el hombre y la mujer.
Aún en la actualidad, a muchas personas, sin importar el género al que pertenezcan, el feminismo les parece un movimiento sin justificación, ya que suponen que las causas que defiende son totalmente irrelevantes, por lo que considero necesario recalcar como primer término, que la causa principal del feminismo es la lucha y defensa por la protección de los derechos humanos.
Esto, debido a que las mujeres y las niñas tienen derecho al disfrute pleno y en condiciones de igualdad de todos sus derechos humanos y a vivir libres de cualquier forma de discriminación, por lo que evidentemente aún queda mucho por hacer dentro del movimiento feminista y es más que necesario que empiece a cobrar fuerza en todos los foros y escenarios, para de esta manera reducir el tiempo de espera para poder llegar a una condición de igualdad sustantiva que permita tanto al hombre como a la mujer vivir en la misma condición social, política, cultural y económica.
Se dice fácil alcanzar esta condición, sin embargo ha sido una lucha que ha llevado siglos, que ha costado vidas y que el feminismo aún intenta obtener en su totalidad.
Es lamentable, que todavía, en la actualidad y pese a tantos logros adquiridos gracias al movimiento feminista, la mujer aún se encuentre en condiciones de vulnerabilidad.
Las mujeres aún son señaladas, desvalorizadas, atacadas, amenazadas e incluso asesinadas, por el simple hecho de ser mujeres, las condiciones en las que se desarrollan profesionalmente hablando son de segregación y en ocasiones de acoso y hostigamiento, además en el ámbito familiar, llegan incluso a ser abusivas y desproporcionadas.
Para las mujeres que participan en la vida política y social de nuestro país y de nuestro Estado, resulta complejo defender de manera abierta las causas feministas, porque al hacerlo, inmediatamente llegan a ser relegadas y obstaculizadas, por considerarlas “rebeldes” o “complicadas”.
Son pocos los foros en los que se puede hablar del feminismo de manera abierta, debido que lo “conveniente” al momento de abordar públicamente dentro de las instituciones políticas los temas de género, es enfocarse exclusivamente al empoderamiento de la mujer o su capacitación política, cuando los temas de fondo deberían ser las causas que defiende el feminismo, las condiciones de desigualdad a las que están sometidas las mujeres, la erradicación total del feminicidio, la cosificación de las mujeres que participan en la política, la capacitación jurídica para abolir las prácticas de acoso sexual y laboral en la esfera pública, así como la eliminación del supuesto de que la degradación del género “debe ser es el costo” por participar en la política y obtener un crecimiento dentro de la misma, entre otros muchos temas que es más que necesario y urgente poder abordad de manera abierta por parte de nuestras y nuestros representantes populares, así como por las instituciones políticas y públicas, por lo que es indispensable hacer un llamado a las autoridades y ser ciudadanos proactivos para impulsar estos temas dentro de todos los ámbitos y en todas las esferas.