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LA ESPERANZA QUE NO LLEGA

Sonia Angelica Ruiz

De nueva cuenta, después de una pequeña pausa tratando de ser poliglota: quedito, bonito y despacito, jajaja.
Bueno y ya poniéndonos serios, siempre me he preguntado por qué Zacatecas es una de las entidades con menores índices de desarrollo económico y social, a pesar de tener gente con tanto talento y recursos naturales. Pero me atrevo a asegurar que la causa ha sido sin duda alguna, la falta de voluntad política, porque no ha llegado aquel gobernante que contribuya para hacer de este estado un lugar próspero.
Han llegado gobernantes que se jactan de tener una gran trayectoria política y otros sin tenerla, sin embargo, ninguno de los dos casos es garantía de nada, mientras no se tenga un amor genuino a su tierra y a sus habitantes.
Creo que otro fuera nuestro panorama si los cargos y puestos de gobierno fueran de la gente de gran recorrido y experiencia profesional honesta y no de los tiburones y fósiles de siempre, que solo han vivido arriba de una tabla de ajedrez, donde se mueven de un lugar para otro sin bajarse a pisar tierra, evitando a toda costa ser de los de a pie.
Hago un análisis FODA pensando en mi Estado y es exponencial las deficiencias en los sistemas de salud, en educación, en seguridad, en infraestructura y en telecomunicaciones, lo cual deriva de una serie de malas decisiones en cada administración por continuar con equipos de trabajo humanos obsoletos, sin perfil ni preparación, que llegan por dedazo, compadrazgo, amiguismo y nepotismo.
Pienso que estamos en el momento justo de replantear las prospectivas donde el pueblo proponga al equipo que quiere que lo represente y no dejárselo al eterno lema “ya está todo arreglado desde arriba”
Urge la organización de un pueblo que tome medidas, redirija el rumbo hacia la resiliencia y empatía.
Durante los más de quince años que tengo de experiencia como operadora política, el conocimiento que me ha quedado, es observar uno de los típicos lineamientos que utilizan los candidatos como estrategia de inclusión, el populismo, y una vez ganada la elección se convierte en un proyecto cerrado. Y aquella palmadita, aquel dialogo, aquellas ideas, aquellas alternativas y esa suma de esfuerzos y cansancio, todo aquello lo olvidan y lo peor de todo es que las cosas continúan igual, un Zacatecas sin futuro para nadie, bueno sí, para los del tablero de ajedrez.
Las cifras no mienten, según el INEGI, estamos en el lugar No. 29 de 32 Estados, con tan solo el 0.89 % del PIB. Somos una de las entidades con la mitad de sus habitantes pobres, una entidad que paga intereses altísimos de la deuda pública, una entidad con el mayor índice migratorio, tanto a nivel nacional como internacional, porque así como emigran nuestro paisanos a los EUA, también lo hacen los profesionistas y las personas que buscan mejores oportunidades de empleo que en su propia tierra no encuentran. Sinceramente no se ha aprovechado ese capital humano que no ha podido despuntar en su natal Estado.
El que una administración vaya bien, no es porque así lo anuncie la máxima autoridad, si no los hecho y resultados, he soñado con el momento en que llegue un personaje que evalúe secretaría por secretaría, en sus innovaciones y resultados tangibles reflejados en beneficio de la ciudadanía, pero es que, se les dificulta tanto, que para empezar, nunca se sabe de dónde sale cada titular, nunca trabajaron en campaña, nunca se les vio en la talacha y de repente son los titulares, aunque desconozcan como hacer el diagnóstico situacional en su encomienda, incapaces de ver lo subjetivo, lo objetivo, evaluarlo, analizarlo y trazar un plan. Tomando en cuenta las áreas de oportunidad, eliminando el agente causal del daño y aplicando una profilaxis con valor agregado. Pero no, lo único que les sale a la perfección es la sinergia que hacen con la mediocridad.
Con conocimiento de causa te puedo hablar de múltiples áreas de oportunidad en el sector salud y no es cuestión de irnos a estudiar revistas científicas ni de revisar los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, naaaa, con aplicar conocimientos, innovar, dar el plus y hacer boom dejando de ser trabajadores de escritorio, siendo trabajadores de campo. Pero pues, esa es la Esperanza que no llega.