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Respira profundamente.
Lucila Noemí

Es probable que en más de una ocasión hayas escuchado esta frase sobre la respiración, que alguien te hayan dado este consejo para que logres relajarte. De hecho, se trata de un remedio popular que ha resistido la prueba del tiempo. Y no es para menos ya que desde hace siglos diferentes filósofos han hecho referencia al increíble poder de la respiración enfatizando en su importancia para cuidar nuestro cuerpo y mente. Por desgracia, parece que hemos olvidado cómo se respira correctamente.

La respiración es una de las funciones básicas de nuestro organismo sin la cual no podríamos vivir. Sin embargo, el problema es que, dado que respiramos automáticamente, no solemos prestarle mucha atención.

Para comprender el poder de la respiración, debemos partir del hecho de que nuestro organismo posee dos sistemas nerviosos periféricos opuestos que actúan como una especie de acelerador y freno influyendo en funciones como la frecuencia cardíaca.

El sistema nervioso parasimpático es el freno, mientras que el sistema nervioso simpático es el acelerador. El sistema nervioso parasimpático ejerce una gran influencia en la frecuencia cardíaca, a través del nervio vago.

Nuestro cuerpo intenta constantemente mantener un equilibrio. Cuando inhalamos, la sangre pasa del corazón a la vasculatura de los pulmones. Esto crea un déficit relativo de sangre para el resto de su cuerpo que el corazón debe compensar aumentando la frecuencia cardíaca y bombeando más sangre al cuerpo.

Cuando exhalamos, la sangre regresa al cuerpo desde los pulmones y el corazón disminuye la velocidad. El aumento de la frecuencia cardíaca durante la inhalación y la disminución durante la exhalación se conoce como arritmia sinusal respiratoria y es un signo de un corazón sano.

Los pulmones contienen receptores de estiramiento pulmonar de adaptación lenta, los cuales se activan durante la expansión que se produce al inhalar. Esta activación hace que una señal inhibidora viaje al tronco encefálico y suprima la aceleración del sistema nervioso simpático dejando más espacio para los efectos relajantes del sistema nervioso parasimpático.

Por tanto, el sistema nervioso simpático disminuye su acción cuando inhalamos y los pulmones se expanden y el sistema nervioso parasimpático mejora durante la exhalación a medida que la sangre regresa de los pulmones al cuerpo. Eso significa que al desacelerar la frecuencia respiratoria, le permitimos a nuestro cuerpo enfatizar en esos mecanismos de autorregulación, sobre todo en el sistema nervioso parasimpático.

Ese es el mecanismo principal, explicado sintéticamente, gracias al cual, la respiración nos permite relajarnos, no solo a nivel físico sino también psicológico.

De hecho, hace poco se descubrió que el ritmo de la respiración también crea actividad eléctrica en el cerebro que puede mejorar nuestros juicios emocionales y potenciar nuestra memoria.

Ahora que ya sabemos los múltiples beneficios que tiene el saber respirar de una forma correcta. Vamos a poner mucha atención en nuestra respiración y realizarla de una forma consiente y profunda.

*Nutriologa