GOBIERNO REPRESOR Y CÍNICO
Por: Isadora Santivañez Rios
El pasado 10 de diciembre, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una serie de recomendaciones al Gobierno del Estado de Zacatecas, derivado de la pasada manifestación del 8 de marzo en las calles del centro de nuestra ciudad capital, en la que participaron miles de mujeres, quienes al finalizar la misma, fueron violentadas y reprimidas por integrantes de la Policía Estatal y Municipal.
Al parecer, la represión fue una indicación por parte de los altos mandos de nuestro gobierno, quienes con anterioridad habían generado manifestaciones en contra de este tipo de marchas, a través del Secretario General de Gobierno, Rodrigo Reyes, quien de manera acelerada afirmó que se esperaba una marcha violenta y condenó la iconoclasia que frecuentemente se genera durante las marchas del 8M a nivel nacional.
La iconoclasia es la destrucción de imágenes o espacios ocupados para fines políticos, religiosos o públicos con el objeto de visibilizar las demandas de grupos determinados, en este caso especifico, de las mujeres, es una forma de protesta que pretende denunciar la violación de los derechos humanos para exigir un cambio en el sistema; en general busca demostrar que la apariencia, manifestada comúnmente en este tipo de monumentos, no siempre es lo que aparenta.
Este factor fue suficiente para que el Secretario de Gobierno condenara la marcha del 8M y para que el Gobierno del Estado diera la indicación de reprimir a las mujeres, estudiantes, ciudadanas, madres de familia, ancianas, discapacitadas y jóvenes que participaron en dicha marcha.
La represión no fue menor, algunas de las declaraciones de las víctimas manifiestan que fueron privadas de su libertad y llevadas a la fuerza y con uso de violencia al llamado callejón de las campanas, el cual se convirtió en el escenario para golpearlas en la cabeza con los muros de los monumentos históricos más representativos en la historia de nuestro Estado, golpear sus manos con macanas, someterlas, tirarlas al piso y de tenerlas de manera arbitraria.
Ante esto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos tomó cartas en el asunto y después de una serie de análisis y de una etapa de presentación de pruebas, determinó emitir una serie de recomendaciones en las que primero que nada, pide reconocer a las mujeres que sufrieron violencia ese día por parte de las autoridades como víctimas, ya que el gobierno del estado pretende invalidar sus protestas y busca invisibilizar y ocultar lo ocurrido ese día, otra de las recomendaciones establece que la autoridad estatal debe ofrecer una disculpa pública a las mujeres víctimas, así mismo establece que en el callejón de las campanas debe ser colocado un monumento, insignia o placa en la que se haga referencia a la conmemoración de lo sucedido ese día para así formar parte de la historia escrita de nuestro Estado.
En Zacatecas, los colectivos sugieren que el nombre del tradicional callejón de las campanas debe cambiar, para ahora pasar a ser llamado como el callejón de la tortura, para muchos puede parecer exagerado llamarle tortura a lo ocurrido ese día en contra de las mujeres, sin embargo, las declaraciones de las víctimas y las fotos y videos de lo ocurrido, dan los elementos suficientes para determinar que además de vivir un evidente abuso de la autoridad provocado por una estrategia táctica de los elementos de seguridad, las mujeres fueron también torturads física y psicológicamente.
Ya ha pasado más de un mes de que se emitieron dichas recomendaciones y a pesar de que el Secretario de Gobierno afirmó de manera pública que se seguirían al pie de la letra, la realidad ha sido otra, y ni siquiera se les ha ofrecido a las mujeres víctimas de este gobierno represor esa disculpa, que es lo mínimo que pueden hacer para intentar reivindicarse, al parecer, no les interesa y de manera cínica quieren poner una venda, darle vuelta a la página y olvidar uno de los hechos históricos más lamentables ocurridos en contra de las mujeres en la historia de nuestro Estado.
Diputada Local