Dra. Sonia Ruíz
CRUZ ROJA MEXICANA
Todos sabemos que la Cruz Roja Mexicana, es una Institución de asistencia privada no gubernamental, que moviliza redes de voluntarios, comunidades y donantes para operar programas y servicios que tienen como objetivo el preservar la salud, la vida y aliviar el sufrimiento humano de la población en situación de vulnerabilidad, sin embargo, me parece que se queda muy en el anonimato Luz González Cosío de López, quien, creo en lo personal, que tiene el mayor mérito de esta gran institución. Su esposo era Dr, Militar, quien durante su estancia en Paris acrecentando sus estudios médicos, presenció la formidable labor de la Cruz Roja, él le platicó sus impresiones a su esposa Luz, quien se propuso a establecer una réplica de dicha institución benéfica en México. Ante este interés visitó al General Porfirio Díaz para solicitar apoyo para su fundación, dando argumentos irrefutables, recibiendo el respaldo por el Decreto Presidencial y fue ella quien redactó los primeros estatutos.
Así se marca una trayectoria emblemática a partir de un día como hoy, 21 de febrero pero de 1910 con la Fundación Oficial de la Cruz Roja Mexicana, publicándose en el Diario Oficial de la Federación el 12 de marzo del mismo año, desde entonces ha sido un pilar fundamental en la prestación de servicios médicos, atención de emergencias y promoción de la salud en todo el país, por lo que este aniversario los invito a que tengamos un momento de reflexión sobre el legado y servicio humanitario que la Cruz Roja Mexicana ha dejado en la sociedad desde hace más de un siglo con esta labor incansable y que continúa siendo una linterna de esperanza y de apoyo demostrando su compromiso con sus siete principios fundamentales: humanidad, imparcial, neutro, independiente, voluntad, universalidad y unión.
Desde que inicia la Revolución Mexicana, la Cruz Roja estuvo presente en los escenarios de las batallas, atendió a varios políticos, en 1920 trasladó el cadáver del Presidente Venustiano Carranza a la CDMX. En 1930 cuando el Presidente Pascual Rubio sufre un atentado y recibe un balazo en el rostro, fue atendido en el Hospital de la Cruz Roja, han sido tantas las intervenciones que ha tenido que como sociedad le debemos mucho. En 1943 cuando hace erupción el volcán Paricutin en Michoacán, la Cruz Roja evacúa, asiste y alimenta a las víctimas del desastre. En 1957 participa en los trabajos de rescate en el cismo del ángel de la Independencia, nombre que le dan por haberse derrumbado durante ese desastre císmico, mueren 160 personas. En 1968, el 2 de octubre cuando surge la masacre en aquel movimiento estudiantil, también estuvo presenta la Cruz Roja sin ninguna otra causa que la humanitaria, atendiendo con neutralidad tanto a soldados como a estudiantes. En 1984 instrumentó un sistema de evacuación en las explosiones en San Juan Ixhuatepec. En 1985, el 19 de septiembre, en aquel terremoto en la CDMX también la Cruz Roja y la sociedad civil se encargaron de organizar el rescate y la atención de las víctimas, de ahí se da origen al actual Sistema Nacional de Protección Civil. Así podría seguir mencionando fechas de eventualidades y desastres naturales significativos donde ha participado nuestra emblemática Cruz Roja Mexicana, como en las explosiones en Guadalajara o cuando surgió el movimiento zapatista en Chiapas, el Huracán Paulina, el Huracán Stan, cundo Tabasco y Chiapas sufren el peor desastre natural, también apoyó de una manera incansable cuando aparece el virus AH1N1 y en las inundaciones por las trombas de, en ese entonces, Distrito Federal, pero también ha tenido gestos amables de solidaridad fuera del país, como cuando se volcó a Haití a dar apoyo cuando sufren uno de los terremotos más mortíferos de la historia. Por eso, creo que, como mexicanos, nuestro deber es seguir apoyando a esta gran institución, pero definitivamente, Luz González Cosío de López, debe ser siempre recordada y conmemorada, porque sin ella no existiera la Cruz Roja Mexicana en nuestro País.