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Y TUVE QUE ACEPTAR...
Silvia Schmit
Pensadora y parlamentaria
alemana

Que no sé nada
del tiempo…
que es un misterio
si no comprendemos
la eternidad.

Tuve que aceptar,

Que su cuerpo
no sería inmortal
que envejeceríamos
y un día llegaría el fin.

Que estamos hechos
de
recuerdos y olvidos;
deseos, memorias,
residuos, ruidos,
susurros, silencios,
días y noches,
pequeñas historias
y sutiles detalles.

Tuve que aceptar que t todo es transitorio.

Que vine al mundo
para hacer algo por él,
para tratar de dar
lo mejor de mí,
para dejar
huellas positivas
de mis pasos
al partir.

Acepté que mis padres
no durarían siempre,
que mis hijos
poco a poco.
escogerían su camino
para seguirlo sin mí.
Que no eran míos,
que la libertad de ir y
venir es su derecho.

Acepté
que todos los bienes
se disfrutan
en préstamo,
no nos pertenecen
son fugaces como
nuestro propio
tiempo aquí.

Acepto que sólo el
amor perdura,
con, sin o a pesar del
cuerpo.
El alma es nuestro
único patrimonio
eterno. Tenderle la
mano nos aleja del
sufrimiento, mitiga el
dolor, nos guía a
la paz soñada.

Martha Chapa