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Mayela Pulido

Quiero que mi vida cambie la vida de otros
Es con amor que me levanto con la esperanza de continuar y de seguir.
Es por amor que continúo, aunque en ocasiones me doy por vencida.
Es por amor cuando resurjo entre las cenizas.
Es por amor de mi familia, aunque duela y tenga miedo, sigo de pie.
Me ha sido difícil generar conciencia a cerca de las bondades de la donación de órganos y tejidos, sé que no se logra de la noche a la mañana, pero es el resultado de muchos factores, en lo que a mi corresponde, es informar a la sociedad, ir sembrando la semilla poco a poco para que un día cercano o lejano, florezca la vida.
Sigo luchando, aunque tenga el corazón triste, aunque esté cansada y esté en pedazos.
Seguiré entregando el alma, el corazón, el amor por ayudar y dar esperanza, dar sonrisas a quien lo necesite, porque de eso se trata la vida, de transformarnos y de tener sentido por vivir y seguir.
No siempre hablamos y pensamos en los niños, hay muchos que sufren y tienen una infancia difícil.
Por muchas situaciones los niños son la parte más vulnerable de la sociedad, del mundo, de la vida misma…
Hay quienes sufren por pobreza, por falta de un hogar, por huérfanos, por tener que trabajar para ayudar a sus padres, en fin.
Pero también hay los que sufren por enfermedad, muchas veces se lo dije a Dios…
Los niños no deberían sufrir por una enfermedad a ellos dales la oportunidad de ser felices, de que sus primeros años de su vida sean de felicidad, de jugar, de brincar, de reír, de una vida lejos del dolor y del sufrimiento.
Ellos deberían disfrutar su inocencia, que su única preocupación sea el de ser felices.
Tal vez un porcentaje mínimo de la población, tiene esta situación de vida, pero es muy importante que todos deberíamos estar atentos y tener suficiente amor y empatía para ayudarlos.
La muerte es lo más doloroso para todos los seres humanos, pero la muerte de un niño, es aún más para la sociedad y no se diga para los padres.
Pues entregar un niño al cielo, es muy difícil, pues duele el alma y el corazón!
A los niños enfermos que están en los hospitales no les es nada fácil vivir, les cuesta día a día seguir viviendo.
No siempre se puede ser fuerte, a veces son más vulnerables y no hay esa fortaleza y tanto ellos como la familia nos deshacemos en pedazos.
A los padres que viven esa situación, no siempre pueden ser más fuertes, son débiles, se llenan de miedo.
No es suficiente sentir dolor por el sufrimiento de un niño enfermo, tenemos que ver cómo podemos ayudar, tener bondad y amor por ellos pues ellos tienen un futuro por delante.
Si está en tus posibilidades de ayudar, de dar, de trascender hazlo.
Todos podemos hacer la gran diferencia, está en un SI o un NO.
Todos tenemos de tener otra oportunidad de vivir.
Registremos como donantes de órganos, hablemos con la familia del la decisión de ser parte de la vida y felicidad de una familia.
Nosotros podemos ser la esperanza de vida para muchos.
Podemos hacerlo en vida o en muerte encefálica, piénsalo, tú tienes la decisión de trascender.
Vamos por un México sin lista de espera…
Soy donante de sangre y de órganos y mi familia lo sabe…
Tengamos amor y empatía por los que sufren.
Si te tocó dar, estás de suerte, porque es mas difícil que recibir!!