¡Apoyar la educación es sembrar bienestar!
Sria. Bennelly J. Hernández Ruedas
Siempre he creído que generar apoyos a la educación es una de las acciones más valiosas que podemos realizar como sociedad y como gobierno. Cada programa, recurso y acción, representan una oportunidad para sembrar las bases de un futuro lleno de posibilidades.
La educación no solo abre puertas al conocimiento, fortalece la confianza, la motivación y la capacidad de soñar de quienes serán los líderes, emprendedores y ciudadanos comprometidos del mañana.
Por ello, cada apoyo que podemos hacer llegar a las familias, se convierte en una semilla de esperanza y una inversión en el bienestar de toda la comunidad.
Desde la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), hace unos días culminamos la entrega de útiles escolares y mochilas, un proyecto que alivió directamente a muchas familias y permitió que cada estudiante comenzara su ciclo escolar con las herramientas necesarias.
Sin embargo, sabemos que la educación requiere acompañamiento constante, compromiso y apoyos concretos que garanticen la permanencia de los niños en la escuela y su desarrollo pleno, por lo que estamos por arrancar el programa de uniformes escolares.
Este programa involucra a toda la comunidad. Primero, instalamos comités escolares conformados por padres de familia; estos se encargan de hacer una asamblea para definir erl uniforme que se desea obtener; buscar a proveedores locales, con el objetivo que la economía circule de manera interna en el estado, fortaleciendo la economía local.
Con estos programas promovemos la participación activa de los ciudadanos y la creación de oportunidades dentro de sus propias localidades.
Cada estudiante recibe 500 pesos, un monto que tiene un impacto positivo al bolsillo familiar, asegura que los niños continúen estudiando motivados, con el respaldo de su comunidad y del gobierno. Se convierte en un incentivo para asistir a las aulas con entusiasmo, aprender con pasión y perseguir sueños que hoy más que nunca son alcanzables.
Porque cada niño que aprende, cada niña que sueña y cada aula llena de oportunidades, representa un paso hacia un Zacatecas más unido, solidario y con mayores posibilidades de progreso.
Los apoyos escolares fortalecen el tejido social, fomentan sentido de pertenencia y responsabilidad comunitaria, y envían un mensaje claro, ¡la educación es un derecho y una prioridad!
Ver a los padres de familia asumir un papel activo y a los niños recibir estos apoyos con alegría, es una de las experiencias más gratificantes en la función pública. Estos programas no solo cumplen un objetivo inmediato de bienestar económico; también construyen esperanza, fomentan la igualdad de oportunidades y refuerzan la confianza de las familias en que el gobierno está cercano, preocupado y trabajando para ellas.
Cada acción realizada, cada apoyo entregado y cada sonrisa de un niño motivado a continuar estudiando, se traduce en un futuro más prometedor para Zacatecas.
La educación, acompañada de compromiso social y apoyos concretos, se convierte en el motor que impulsa la transformación de comunidades enteras.
Programas como la entrega de uniformes escolares, en conjunto con otras acciones educativas, garantizan que cada estudiante tenga las herramientas, la motivación y la confianza necesarias para crecer, aprender y contribuir a una sociedad más justa, pacífica y próspera.
Sigamos construyendo un Zacatecas unido, solidario y en constante transformación, donde la educación sea el pilar más importante para alcanzar la paz, el progreso y el desarrollo de nuestra gente.
Correo electrónico:
bennelly.hernandez@zacatecas.gob,mx
