EL DESGASTE DE LAS GLOSAS
Por: Isadora Santivañez Rios
Inician las glosas y junto con ellas el desfile de funcionarios de primer nivel del gabinete estatal para dar a conocer, rubro por rubro, los avances y funciones de su labor realizada a lo largo del año. Para muchos, estos ejercicios democráticos de rendición de cuentas resultan retrógradas y anticuados, para otros, son fundamentales para que la ciudadanía pueda hacer una evaluación real y consciente respecto a las actividades de los servidores públicos.
Las glosas de los informes de gobierno son ejercicios de análisis político, jurídico, económico y social que realizan los grupos parlamentarios de la Legislatura, en torno al informe presentado por el Gobernador del Estado ante la Legislatura.
Dicho análisis deriva de la explicación detallada que proporciona cada uno de los funcionarios de Gobierno respecto a sus áreas de especialidad, lo cual genera la oportunidad de revisar y juzgar el trabajo realizado por el gabinete de Gobierno.
Las glosas son ejercicios importantes de rendición de cuentas, resultan del análisis crítico de los legisladores, en ocasiones flexible pero también en muchas otras severo, ya que se sometan ante un pleno plural y democrático, lo que da la oportunidad de estudiarlas de manera más clara y con diferentes ópticas.
Desde el Secretario General de Gobierno, hasta el de la Función Pública, uno a uno desfilan por la tribuna para defender su trabajo; sin embargo, en ocasiones no se puede defender lo indefendible y existen áreas de la administración que son sosas, sin fundamento, sin trabajo y sin responsabilidad social.
Es innegable que existen funcionarios que no entienden que su trabajo inició hace 4 años y que hoy los pretextos quedan sin validez, culpar al pasado es tener una visión retrógrada, anticuada, inmadura, en la que como chiquillos buscan culpables para todo lo malo y no pueden presumir absolutamente nada bueno, porque no lo hay, porque la realidad que ellos viven no es la misma que viven miles de zacatecanos, porque el Zacatecas de su utopía ciega no es el Zacatecas que todos vemos, vivimos, sentimos y en ocasiones padecemos.
Porque es real que las cosas van bien, porque no les creemos cuando nos dicen que no pasa nada, porque en las calles, en las colonias, en los barrios y en la administración se siente el desorden, lo mal hecho, lo desatendido, lo infra valorado que es el servicio a la gente en la administración de David Monreal.
Las glosas, hoy en día pueden ser un espacio para presumir, para cacaraquear y para aplaudir a labor de los servidores públicos, pero ante los nulos resultados se han convertido en la oportunidad de decirle a los funcionarios que son un incompetentes que le han quedado mal a Zacatecas, cuyo espacio e la administración no han sabido llenar, a tal grado que su único argumento es culpar a quienes ya no están desde hace más de la mitad de lo que falta para irse.
Los funcionarios dicen que las cosas están mal porque antes estaban peor y que era tato el desorden que hoy apenas y se puede alcanzar como logro lo malo, lo troncho y lo mal hecho y con eso se conforman y hasta se pavonean, a ellos, nosotros como ciudadanos les decimos, dejen que los que si saben se encarguen para que les enseñen que Zacatecas vale mucho, puede mucho y merece mucho.
Alguien que solo tiene pretextos y que es incapaz de asumir lo que le toca, no es más que un oportunista, distractor y estorbo.
Diputada Local