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Retos de la UAZ para el cierre del año.

Por: Jenny González Arenas.

Nuevamente, el fin de año para la UAZ se prevé complicado, en lo económico, en lo político, incluso en lo académico.
Se ha presentado el anteproyecto de presupuesto para el año de 2026, en el que se proyectan recursos de orden federal y estatal de los cuales no tenemos la certeza de que se vayan a recibir.
Federal Ordinario:
1,967,298,686.00
Estatal Ordinario:
1,092,263,811.67
Política Salarial Federal:
50,224,760.16
Política Salarial Estatal:
15,258,596.90
Extraordinario Cierre Federal:
257,236,892.97
Extraordinario Cierre Estatal:
257,236,892.97
Saneamiento Financiero Estatal:
496,272,930.40
Ingresos propios:
182,060,427.03
Total:
4,317,852,998.09
En los montos anteriores, faltaría por agregar el 10% del impuesto que todas y todos los zacatecanos aportamos para la UAZ que asciende, este año a un total de 279 millones y que no se entregan y que para el año que entra debería ser un monto superior, o los 265 millones de pesos que el Gobierno del Estado de Zacatecas le adeuda a la Universidad desde el año 2023.
Lo que no se menciona es que tanto el recurso estatal y federal extraordinario no está presupuestado y tampoco es seguro que se reciba ese recurso, puesto que su asignación depende de los ahorros de la federación y del estado en otros rubros, así como de la capacidad de gestión de la rectoría para cumplir con compromisos tanto federales como estatales – que se traducen en exigencias del gobierno – para obtener ese recurso extraordinario.
Esos condicionamientos son los que, precisamente, complican el panorama político institucional, porque esos requisitos no necesariamente son acordes o a la autonomía universitaria o a los ideales universitarios, lo que complica la adopción de políticas institucionales, que muchas de las veces precarizan las condiciones laborales de las y los universitarios, - docentes, trabajadores y alumnos -.
Otro de los grandes faltantes del proyecto es no sólo el reconocimiento del adeudo con el ISSSTE, que ya se acerca a los 4 mil millones, sino el reconocimiento de todos los adeudos que se tienen con los jubilados, con los familiares de docentes fallecidos, y ni siquiera se proyectan los tiempos en que serán pagados esos adeudos.
Si a lo anterior le agregamos las políticas públicas en materia académica que se están reformando a nivel federal, aunado a la puesta en marcha de las Universidades Rosario Castellanos, el escenario para los posgrados universitarios se complica considerablemente, ante la falta de una estrategia institucional de fortalecimiento al posgrado, puesto que son esfuerzos individuales de las y los investigadores y de los cuerpos colegiados que conforman los posgrados, al margen de un programa planeado de respaldo institucional de fortalecimiento académico.
Se esperan tiempos complicados, pero desde el sindicato siempre se han propuesto estrategias de acompañamiento para que se puedan llevar a cabo gestiones favorables para la institución, siempre y cuando exista, no solo un discurso de trato institucional, sino un verdadero compromiso de transparencia, de trabajo bilateral y, sobre todo, de compromiso institucional; dejando de lado compromisos grupales y asumiendo un verdadero respaldo institucional.