Noviembre: un mes para reflexionar y actuar contra la violencia hacia las mujeres
Cada 25 de noviembre el mundo alza la voz para recordar que la violencia contra las mujeres no es un asunto privado, ni un problema aislado, sino una de las violaciones a los derechos humanos más graves y persistentes de nuestro tiempo. Sin embargo, más allá de la conmemoración, este mes debe servirnos para mirar hacia adentro y preguntarnos: ¿qué estamos haciendo, desde cada espacio, para eliminarla?
La violencia contra las mujeres adopta múltiples formas —física, psicológica, sexual, económica, digital o institucional— y se sostiene en estructuras desiguales que han normalizado el control, la subordinación y la exclusión. Erradicarla requiere mucho más que indignación o discursos: exige políticas integrales, educación con perspectiva de género, justicia efectiva y, sobre todo, una transformación cultural profunda.
Eliminar la violencia hacia las mujeres implica apostar por la prevención, no sólo por la sanción. Significa formar a las infancias en la igualdad y el respeto, capacitar a quienes imparten justicia, crear entornos laborales seguros y libres de acoso, y fortalecer la autonomía económica de las mujeres. Implica también reconocer la responsabilidad del Estado, de las instituciones, de las comunidades y de cada persona en la construcción de una vida libre de violencia.
En este contexto, he decidido dedicar el mes de noviembre a escribir sobre las distintas formas de eliminar la violencia hacia las mujeres. A lo largo de las próximas semanas reflexionaré sobre los avances, los desafíos y las experiencias que nos demuestran que el cambio es posible. Porque la igualdad no se conquista en un solo día, sino en cada acto, en cada palabra y en cada decisión que cuestiona la violencia y promueve la dignidad.
El 25 de noviembre no es sólo una fecha. Es un llamado a la acción, a la empatía y al compromiso. Que este mes sirva para reafirmar que una sociedad justa y equitativa sólo será posible cuando ninguna mujer tenga que vivir con miedo.
María del Carmen Salinas Flores
Secretaria de Administración del Gobierno del Estado de Zacatecas



