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Julieta del Río

Cuando la tecnología no basta: los retos ocultos de la Plataforma Nacional de Transparencia
Desde el 2 de abril, el Comité de Transferencia entregó la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno y al nuevo organismo Transparencia para el Pueblo. Lo hicimos con la responsabilidad que implica heredar un sistema que no sólo sigue funcionando sino que sigue creciendo, sirviendo y salvando derechos.
Cuando asumí la responsabilidad como comisionada del INAI, sabía que uno de los retos más complejos sería consolidar la operación de la PNT, una plataforma sin precedentes en América Latina. Hoy, tras un periodo de incertidumbre institucional, puedo afirmar con total convicción que la PNT se entrega viva, sana, estable y con futuro.
En medio de los vacíos que trajo la falta de comisionados en el INAI y con los plazos de acceso suspendidos por casi un año, el sistema tecnológico no paró. ¿Cómo lo logramos? Gracias a un equipo técnico de excelencia, pero también gracias a que desde 2016 se tomó la decisión correcta: desarrollar una plataforma robusta, nacional y abierta, alojada en infraestructura pública del INAI, sin depender de servidores externos, sin riesgos innecesarios, sin concesiones privadas.
Durante estos años, la PNT ha sido el único puente entre las personas y la información pública, y ha permitido que cualquier ciudadano, desde cualquier rincón del país, pueda ejercer su derecho a saber. Y no solo en tiempo real: la PNT es un archivo vivo con más de 14 millones de solicitudes de acceso, cientos de millones de registros de obligaciones de transparencia y datos estructurados que han servido a periodistas, académicos, activistas y ciudadanía en general.
El informe que entregamos incluye avances, retos y un diagnóstico detallado. Hay espacio para mejorar, siempre lo hay, pero también hay bases firmes. No partimos de cero. La nueva etapa exige visión, compromiso y, sobre todo, continuidad. Romper lo que funciona por capricho o desconocimiento sería retroceder años en derechos conquistados.
Celebro que Transparencia para el Pueblo reciba esta plataforma en pleno funcionamiento. Y aunque es inevitable que los tiempos políticos marquen su rumbo, hago un llamado respetuoso pero firme: no politicen la tecnología ni la transparencia. No conviertan lo público en botín. La PNT no es de un gobierno, ni de un partido, ni de un grupo, es de todas y todos.
Como ex comisionada y como ciudadana, seguiré vigilante. Porque la PNT no es solo un sistema informático. Es una garantía activa de derechos. Una muestra de que cuando las instituciones funcionan, la confianza ciudadana se construye con hechos.
@JulietDelrio