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DR. JAIME CERVANTES DURÁN  SU GRANO DE ARENA PARA EL CENTRO DE ESTUDIOS BIBLIOGRAFICOS DE ZAC.

Aquiles González Navarro

El sábado 12 de julio de 2006, fue publicado en el Periódico Oficial, órgano del Gobierno de Estado, el Decreto número 283, que crea el Centro de Investigaciones Bibliográficas de Zacatecas (CIBILIZA), emitido por la 58 Legislatura y promulgado por la gobernadora Amalia García Medina.
El Centro de Investigaciones Bibliográficas, como su nombre lo señala, debe tener como fin hacer acopio en una biblioteca especializada, de todas las obras escritas por zacatecanos sobre cualquier tema o escritas por no zacatecanos sobre temas de nuestro estado.
Habiendo transcurrido doce años desde la fecha de publicación del decreto, para este tiempo la biblioteca del CIBILIZA ya contara en resguardo y para conocimiento, estudio e investigación de los zacatecanos,  con las obras de Elías Amador, Salvador Vidal, Severino Salazar, Uriel Márquez Valerio, Filiberto Soto Solís, Rafael Estrada Padrés, José Enciso contreras, Rodolfo García Zamora, Enrique Labiada, Abel García Guizar, Mateo García bazán, José Manuel Martín Ornelas, Luis Medina, Froylán Félix, Margarita Hofner, Raúl Delgado, Víctor Figueroa, Francisco Murillo Belmonte, Tomás Hernández Monreal, Pablo Quezada, Ernesto Juárez Frías, Luis G. Ledezma, Emilio Rodríguez Flores, Jesús Flores Olague, Cuauhtémoc Esparza, Genaro Borrego, Alfredo Valadez, Enrique Reyes, Cleotilde Quirarte y tantos otros que con su pluma enaltecen a Zacatecas y contribuyen a forjar su historia.
Acaba de caer a mis manos otra obra que, de existir el Centro,   ya se hubiera integrado al acervo de los zacatecanos: “Leobardo  Reynoso” Gobernador de  Zacatecas (1944-1950, cuyo autor es  Jaime Alfonso  cervantes Durán, médico cirujano nacido en Nochistlán, quien “con sus noventa años de edad, tomó la decisión de escribir sus remembranzas”.
El prólogo corrió a cuenta del Lic. Carlos Pinto Núñez, exprocurador de Justicia del Estado.
Dice el autor al referirse a Leobardo Reynoso: “Sabía de mí por ser un hombre agradecido que reconoce a quienes le ayudan en su carrera. Leobardo Reynoso fue uno de ellos; lo conocí desde la infancia, cuando él era diputado y amigo de mi padre. En la historia del estado de Zacatecas, desde los años cuarenta hasta la fecha, no hay quien lo supere en importancia de su trayectoria política”.
Es de obligada lectura el libro del doctor Cervantes Durán para todo el que quiera adentrarse en un personaje que indudablemente tuvo una influencia determinante en la política y en los políticos de su tiempo. La armonía con José Minero Roque y con Francisco E. García y en choque de intereses políticos con José Rodríguez Elías.
La obra pública, principalmente en la capital: la avenida González Ortega, la colonia Sierra de Álica, lugar donde construyó su residencia estilo europeo. “La prensa criticó mucho esto e incluso le llamaron “el pequeño Versalles”. Finca que es hoy el Museo francisco Goytia.
“Las obras más importantes se hicieron en la capital, entre otras las que destacan la Escuela Normal Manuel Ávila Camacho; la escuela Enrique estrada, el edificio del Casino del Empleado…”
En fin, se trata de una obra que  me motivó nuevamente para pedir al Gobernador del Estado el cumplimiento al decreto de creación del Centro de Investigaciones Bibliográficas, tarea que no puede seguir postergada, pues se trata del acopio, la conservación, la publicación y la distribución de la obra cultural escrita de los zacatecanos, que es mucha y de calidad.
En la exposición de motivos del decreto que crea el CIBILIZA se dice: “Xavier Quirarte, citando al poeta Paul Valéry, escribe: “Los libros tienen los mismos enemigos que la gente: el fuego, la humedad. Los animales, el clima y su propio contenido”. Luego agrega:” pero también pueden tener como enemigos al hombre mismo y su apatía, la ignorancia sobre el valor que adquieren algunos de estos objetos y el sostenimiento de políticas culturales más acostumbradas a los actos de relumbrón que a las obras perdurables”.
Lo cierto es que el proyecto de creación de la biblioteca especializada (CIBILIZA) ha tenido mala fortuna: primero, fue vetado inexplicablemente por Amalia García. Luego, ante la insistencia de los diputados y porque le fue reenviado, aceptó a regañadientes la promulgación y publicación del decreto. Por lo mismo no se creó el centro.
Al gobernador Miguel Alonso se le planteó en diversas ocasiones. Igual no fue de su interés. Las obras de relumbrón fueron su meta de gobierno. Y sus intereses personales.
Ha transcurrido más de un año del actual gobierno de Alejandro Tello. Esperemos que al final de sexenio pueda el gobernador inaugurar con orgullo y buen tino el Centro de Investigaciones Bibliográficas de Zacatecas que sería el primero en el país de su tipo.
Los escritores, no cabe duda, se lo reconocerían y los zacatecanos lo disfrutarían.

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