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Miscelánea:
¡LOS MALDICIENTES!
Aquiles González Navarro
“90 Días en 90 segundos”, Es el título de un video que, sin nombre de autor, circula en redes.
Los artífices del documental calumnian y se mantienen bajo la obscuridad amparados en la voz de una mujer, lo más probable, contratada para el ataque subrepticio y cobarde. He aquí la descripción:
“Toma protesta e invita al dictador de Venezuela”… Inicia así una voz de mujer que se esconde en el anonimato y que en poco más de un minuto lanza ataques furibundos al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Refiere en su minúscula “crónica”, las acciones del Presidente desde su toma de posesión. Aquellas que la mujer y, sobre todo sus patrocinadores, consideran relevantes como errores de gobierno.
“Cierra ductos de Pemex, crea desabasto y le cuesta la vida a 132 personas, se tuerce la ley para dar puestos a incondicionales, cancela el aeropuerto, aprueba una termoeléctrica en Morelos y es asesinado el líder opositor, afecta a familias cancelando recursos a instancias infantiles, apoya a la dictadura en Venezuela en alianza con Cuba, Rusia y Turquía, permite el bloqueo de vías por parte de maestros de la CNTE y les regala plazas, después de 25 años de estabilidad laboral regresan las huelgas, se aprueba el tren maya, ataca y acusa sin pruebas a la Corte, a jueces y a sociedad civil, un ingeniero agrónomo en Pemex ,ya van seis mil asesinatos, y entonces que: ¿No podríamos estar peor? Concluye con esta pregunta que induce la respuesta.
Los maldicientes, así en plural porque son varios, atacan acciones de gobierno en tanto se cierran a cualquier análisis que pudiera explicar los motivos: El robo de combustible fue la causa del cierre de ductos, pero no lo dicen y, sí en cambio “sugieren” que la muerte de 132 personas por quemaduras fue la consecuencia o la culpa.
Se quejan de la invitación a la toma de protesta del Presidente de Venezuela, porque hubieran preferido que hubiera sido invitado el “monigote” de Trump que se autonombra presidente sin un solo voto, más que el apoyo del Comando Sur de los Estados Unidos.
Se tuerce la ley. Aquí se refieren al nombramiento de Paco Ignacio Taibo en el Fondo de Cultura Económica. Taibo es hijo de refugiados españoles. Que atraso, ese es el problema, cuando ya tuvimos un Presidente con tal característica: FOX. Aún con todo se actualizó la ley, no se violentó.
Vale agregar que Paco Ignacio Taibo es uno de los intelectuales que tiene más clara la historia de nuestro país, autor de varios libros y honesto. Sobre todo honesto.
Que suspendió las obras del aeropuerto… Nada dicen sobre las características del suelo ni sobre el daño ecológico a la zona y menos sobre la oposición histórica de los asentamientos humanos. Tampoco se hace análisis sobre el reparto de ganancias multimillonarias que representaba el aeropuerto para los grupos de poder, aparte de la distribución que estos grupos ya se habían asignado tanto en el aeropuerto “viejo”, como en las áreas circundantes del aeropuerto “nuevo”.
Que se ataca a la Suprema Corte sin pruebas. Ya hasta los Ministros entraron a la reflexión sobre sus excesos que todo mundo sabía sobre todo en prerrogativas económicas. La Corte ya entró a una etapa de saneamiento. Valió la pena el señalamiento del Presidente sobre los abusos.
Y, sobre la suspensión temporal de subsidio para las estancias infantiles. Es parte de la intención de la presidencia de la República de acabar con los intermediarios: en las estancias, en los suministros de bienes e insumos al gobierno, en la distribución de apoyos etc. Todos sabemos el daño que han hecho y que hacen los llamados intermediarios.
En fin, sobre la figura de los maldicientes dice José Ingenieros en el libro “El Hombre Mediocre”:
“Los maldicientes florecen doquiera: en los cenáculos, en los clubs, en las academias, en las familias, en las profesiones, acosando a todos los que perfilan alguna originalidad…”
“El maldiciente, cobarde entre todos los envenenadores, está seguro de la impunidad; por eso es despreciable. No afirma, pero insinúa; llega hasta desmentir imputaciones que nadie hace, contando más con la irresponsabilidad de hacerlas de esa forma. Miente con espontaneidad, como respira. Sabe seleccionar lo que converge a la detracción. Dice distraídamente todo el mal del que no está seguro y calla con prudencia todo el bien que sabe…”
“Sin cobardía, no hay maledicencia. El que puede gritar cara a cara una injuria, el que denuncia a voces un vicio ajeno, el que acepta los riesgos de sus decires, no es un maldiciente. Para hacerlo es menester temblar ante la idea del castigo posible y cubrirse con las máscaras menos sospechosas. Los peores son los que maldicen elogiando”.
“El sendero de la Gloria”
“El hombre mediocre que se aventura en la liza social tiene apetitos urgentes: el éxito. No sospecha que existe otra cosa, la gloria, ambicionada solamente por los caracteres superiores. Aquel es un triunfo efímero, al contado; ésta es definitiva, inmarcesible en los siglos. El uno se mendiga; la otra se conquista.”.