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Miscelánea

¡HORDAS SALVAJES EN LAS CANTINAS!?

Un peligro que no debe soslayarse?
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Aquiles González Navarro
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Incrédulo veo un video en mis Chats: Un grupo entre seis a ocho jóvenes vestidos de pantalón y camisa negra dan fuerte golpiza a dos jóvenes que oscilan entre los dieciocho a veinte años de edad.?
Uno de los agredidos está tirado en el piso, en tanto el otro que permanece de pié, pero indefenso, ya sólo en posición de protección, es golpeado en la cara por uno que pareciera ser el Jefe, mientras los otros posicionaban a la víctima de tal manera que el golpe en la cara fuera certero y fuerte. En varias ocasiones ocurre tal situación.?
Algunas jovencitas pretenden evitar la agresión a través de la súplica, pero es inútil, los “de negro” se han enloquecido del “poder” que les fue delegado por la empresa y a esta por el Ayuntamiento de Guadalupe.  ?
A pesar de tiempo transcurrido no hay presencia de cuerpo de seguridad pública alguno. El hecho, por sus características ocurre durante altas horas de la noche.?
Al día siguiente me entero que los victimarios son empleados de uno de los nuevos “antros” instalados en una calle paralela al Boulevard López Portillo. No conozco ni a los victimarios ni a las víctimas.?
Los jóvenes victimarios son contratados en una modalidad que ya tiene varios años, como “controladores del orden” en cantinas, salones de baile, antros o cualquier lugar donde se consuman bebidas embriagantes. Los jóvenes que frecuentan estos lugares les llaman simplemente “cadeneros”, en virtud de que controlan las entradas y salidas de los clientes a través de una cadena de metal.?
Y, ¿Quién controla  los controladores??
El “uso” de jóvenes atléticos para esta modalidad de empleo “seudopolicial”, se debe al incumplimiento de las autoridades municipales en la responsabilidad de encargarse de la seguridad pública en términos del artículo 115 de la Constitución General de la República. ?
Los ayuntamientos han “concesionado” el servicio a particulares, sin que exista control alguno en los mecanismos y requisitos de ingreso a esos cuerpos de “seguridad privada”, que por cierto han proliferado cual gran negocio de personajes cercanos a las autoridades de los municipios. En realidad, esas “casas de seguridad” son refugio de desempleados, no de jóvenes con vocación de servicio en el resguardo del orden público y en la garantía de seguridad a los ciudadanos y, ¿a qué consecuencias conduce? ?
El eminente Psicólogo Erich Fromm no se equivoca cuando dice que: “Los hombres ordinarios con poder extraordinario se tornan peligrosos, casi bestias”. Esta frase del distinguido maestro me vino  a la memoria desde el momento que vi, a través del video, la golpiza: Jóvenes enajenados descargando su “odio, sus rencores o sus frustraciones” en dos jovencitos en estado de indefensión total.?
La tarea de seguridad pública es toda una profesión que hay que conocer bajo el estudio y la capacitación en artes marciales. En la lógica paramilitar. No para agredir sino para defender o para proteger. ?
Sin olvidar lo más importante: todo policía o quien ejerza funciones como tal, debe llevar en su formación psicológica y emocional la fortaleza del autocontrol, incluso frente a agresiones en cuanto no lo coloquen en situación de peligro real. Pero aun así, superada la eventualidad y una vez sometido el agresor, tener la conciencia y generosidad para garantizar el respeto a los derechos humanos del ya sometido.?
Sujeto a las reglas del orden, el infractor debe ponerse inmediatamente a disposición de la policía municipal oficial o del ministerio público si el caso lo amerita.?
No es suficiente con la clausura temporal del antro, se hace necesario hacer justicia. Hay delitos, cuando menos el de lesiones, que deben ser castigados con la consecuencia inevitable si de hacer justicia se trata: pena de prisión y la inhabilitación necesaria a partir de estudios de personalidad.?
Es tan preocupante lo ocurrido en la cantina hoy clausurada, que si las autoridades del municipio y del estado no ponen atención, este caso puede repetirse en algún otro lugar o en el mismo, pero con consecuencias que pueden ser más graves. Es imprescindible que los zacatecanos no minimicen el hecho: ¡a esas cantinas acuden nuestros hijos!?
El fiscal está obligado en este caso a dar la información necesaria sobre la situación legal de los victimarios y el estado de salud de las víctimas. ?
La Secretaría de Seguridad Pública del Estado y la del municipio de Guadalupe, están obligadas a informar (no mediante vocero) respecto del control que ejercen sobre los cuerpos de seguridad privada y sobre todo de cada uno de sus elementos. Sus características y sus estudios, incluyendo los indispensables exámenes de temperamento, carácter  y personalidad.?
No está exenta la Comisión de Derechos Humanos del Estado.  ¿Qué interés ha tenido en el caso que nos ocupa y que conocimiento tiene respecto de la  capacitación (si la hubiera) a los elementos contratados por las empresas de seguridad privada? Y, ¿cuál es el mecanismo de ingreso, así como el  temperamento, carácter y personalidad de los jóvenes “cadeneros”?.?
De mi parte, me inclino por el respeto irrestricto a la encomienda que hace el artículo 115 de la Constitución Federal, para que la seguridad pública sea tarea exclusiva de los ayuntamientos. ?
Y otra consecuencia que puede ser fatal: “Los cadeneros” (sujetos prácticamente desconocidos), se abrogan el derecho de revisar las bolsas de mano de las mujeres y las de ropa de los hombres. Tienen acceso a documentos personales, o sea a información personal y familiar privilegiada: ¿Que mayor peligro para las familias?