Skip to main content

Miscelánea
TRUMP: ¡CURÁNDOSE EN SALUD!
Aquiles González Navarro
“Adelantándose a un desplome del dólar y de los mercados bursátiles del mundo, que los expertos anunciaban para el lunes, cuando entrara en vigor el arancel a las exportaciones mexicanas, el presidente Donald Trump metió reversa anoche: retiró su amenaza del tarifazo. Se tuvo que tragar sus palabras. Había dicho que Estados Unidos no necesita de México. … Por la mañana había trascendido que la economía estadounidense se enfila a una probable recesión… Dañar las relaciones comerciales con México hubiera agudizado los problemas. Y trump quiere ganar la reelección. El equipo del canciller Marcelo Ebrard, apoyado por la embajadora en Estados Unidos, Martha Bárcena, cumplió su tarea”, dice Enrique Galván Ochoa en su columna DINERO, de “La Jornada” del sábado pasado.
O sea que la suspensión de la amenaza de Trump a México, en el sentido de grabar con un arancel de un 5% a los productos mexicanos, no fue una concesión graciosa, de buena fe o en aras de mejorar las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Estados Unidos y México, sino resultado del estudio y cálculo que hicieron los analistas-asesores del Presidente norteamericano dentro del panorama de la globalización.
Y, es que como dijo el Presidente López Obrador en el mitin celebrado en Tijuana el sábado ocho pasado: En los Estados Unidos habitan más de ¡treinta millones! De mexicanos, la mitad ya considerados ciudadanos de los Estados Unidos y en nuestro país viven más de ¡un millón! De estadounidenses.
Y, México hubiera desenvainado sus armas. Pocas y limitadas, pero las tiene. Surgieron propuestas que de pronto aparecieron en redes: La invitación para no consumir productos de franquicias de Estados Unidos y todo lo que tenga origen norteamericano.
“Si de aranceles se trata deberíamos empezar por cobrar las visas a los visitantes estadunidenses” dice una persona de Saltillo, llamándonos la atención una propuesta que se ha venido haciendo desde hace años: la diversificación del mercado mexicano para ampliar la ruta comercial con Europa y Asia, para dejar de depender tanto de los Estados Unidos.
Muchos, antes opositores a la construcción de la refinería de dos bocas, reflexionaron en la urgencia de trabajarla, atendiendo a que más del 70 % de gasolinas son importadas de los Estados Unidos y si acaso el 30 % es producto de México, a causa del abandono intencionado de los neoliberales-salinistas. En una “guerra comercial” estamos perdidos en este rubro.
Hasta la propuesta de negociar con el gigante asiático se presentó, recordando la necesidad que tuvo Cuba en los momentos más dramáticos de su revolución, para asociarse con la Unión Soviética y que, aun cuando se llegó a la crisis de los misiles soviéticos apuntando desde Cuba a los Estados Unidos, obligó al imperialismo gringo a “bajarle” en su intento de invasión a la isla.
En los momentos más preocupantes, luego de la amenaza de Donald Trump, cargada de soberbia, el presidente López Obrador tuvo una idea magistral: la convocatoria a todo el gobierno, empresarios, asociaciones y particulares para participar en un “Mitin por la Dignidad” que se llevaría a cabo en la Ciudad fronteriza de Tijuana Baja California el sábado 8.
Mucho ha de haber abonado al desistimiento de Trump y sus aranceles, pues precisamente horas antes del Mitin “por la Dignidad, Estados Unidos dio marcha atrás a partir de un convenio que, aunque impone una carga a nuestro país hace bajar el sable del paranoico trumpiano.
Se llevó a cabo el “Mitin por la Unidad y la Dignidad”. Allí en Tijuana Baja California estuvieron presentes las fuerzas más representativas del gobierno y de la conducción Política, excepto quienes, con mezquindad olvidaron que “La Patria es Primero”.
Bien por el gobernador Alejandro Tello que estuvo puntual en el acto representando a los zacatecanos. Ulises Mejía puso su grano de arena. Monreal y Narro presentes.
Aunque el contenido de los discursos no fue lo suficientemente fuerte, como muchos lo hubiésemos querido, hubo partes que nos llenaron: “La migración es un derecho de la humanidad”, dijo Porfirio Muñoz Ledo. “Yo no voy a permitir que se agreda la dignidad de México y de los mexicanos” dijo el Presidente.
Sólo que la lucha por la dignidad no ha terminado. Con un presidente como Trump, enfermo de soberbia y megalomanía no puede terminar hasta que el enloquecido magnate deje el poder que sus seguidores le han transmitido.
México también tiene exigencias:
¡Que cese la introducción de armas a México por parte del gobierno norteamericano!
¡Que salgan de territorio mexicano los agentes del gobierno infiltrados, principalmente desde el gobierno de Felipe Calderón.
¡El finiquito del Plan Mérida!
Y, sobre todo, que cesen los insultos a México por parte del paranoico de Donald Trump.