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ALIANZAS POLÍTICAS

Por: Isadora Santivañez Rios

En los últimos años hemos visto como se ha ido desgastando la política con el actuar de varios representantes populares, que de manera lamentable utilizan el cargo para intereses personales, en este tenor, se agrega, la conformación de cúpulas de poder que en el objeto de mantenerse en la cima de la toma de decisiones, intentan a toda costa proteger sus cotos y zonas de influencia, sin importar las consecuencias que ello conlleve.
Lo que menciono no resulta ser un tema novedoso en las reuniones de café en las que con frecuencia observamos a los personajes de la política, que altivos, presumen la construcción de acuerdos tomados en mesa, los cuales la mayor parte del tiempo atropellan los derechos de sus correligionarios, para ellos esto es, "hacer política".
Hago alusión a este tema, no por denigrar el quehacer político, sino porque en la traducción del lenguaje social, el mensaje que se envía es de apatía y desinterés, lo que provoca que los políticos pierdan credibilidad. Esta percepción que durante décadas han tenido los ciudadanos, es precisamente la razón por la cual resulta incomprensible asimilar la concreción de una alianza de Partidos Políticos cuya ideología es completamente diferente.
Ver una alianza política entre algunos partidos que históricamente han sido antagónicos, hoy es carne de cañón para preparar una campaña negra en medios, pero, ¿no te parece incongruente que quien argumenta dicha campaña, emprenda otra con actores que sólo cambiaron de sigla, y con Instituciones que antes pertenecieron al proyecto que hoy critican? Desde mi óptica esto solo abona al desencanto y promoción de la abstención del sufsufragio.
Sin duda, este es un gran tema de análisis, que se tendrá que valorar rumbo al 6 de junio. Las alianzas deben ser concebidas como un pacto entre dos o más entes políticos que tienen como fin alcanzar objetivos comunes para generar contrapesos que permitan obtener una democracia efectiva.
Para lograrlo, es necesario considerar a todos los actores políticos en un mismo espacio; es decir, si antes el mismo número de personalidades de la política tenía un mayor número de opciones en cuanto a instituciones políticas para competir una elección, ahora ese mismo número de personas tiene una sola vía de participación, acotando así los espacios de competencia.
Todo esto, necesariamente, obliga a los partidos que pertenecen a dichas alianzas, a llevar a los cuadros más posicionados que garanticen sumar a todas las expresiones, para así fortalecer electoralmente sus proyectos comunes, de lo contrario se encuentran destinados a la derrota. Por ello, el pan de cada día será el intercambio entre militancias de actores políticos que dejan su Partido y se suman a otro.
Es por eso que el tema de las alianzas debe llevarnos a la reflexión para entender la esencia de su existencia, así como el rumbo de su desarrollo.
Existen diversos tipos de alianzas o coaliciones políticas, las primeras son las electorales, las cuales a su vez se dividen en tres segmento que son: total (en donde la totalidad de las candidaturas se registran en coalición), parcial (al menos el 50% de las candidaturas se registran en coalición) y flexible (en donde al menos el 25% de las candidaturas se registran en la coalición), también existen las alianzas parlamentarias que tienen como objetivo sacar avante temas específicos de relevancia estatal o nacional y generar fuerzas al interior del sistema parlamentario, otro tipo de alianzas son las ejecutivas que se dan entre numerosos entes públicos, estatales o municipales y pretenden formar una coordinación entre los diversos entes involucrados que facilite la gobernabilidad.
Es por tal motivo que las alianzas son consideradas viables y efectivas, ya que permiten alcanzar metas electorales y administrativas, así como unir fuerzas para lograr objetivos comunes. Dejemos que el tiempo nos permita observar el rumbo de las mismas, en nuestra entidad, esperando que los partidos hoy aliados, en un futuro no resulten ser enemigos acérrimos de la propia democracia…