Skip to main content

CAMPAÑAS POLÍTICAS EN TIEMPO DE PANDEMIA

Por: Isadora Santivañez Ríos

Este último año ha sido determinante para la vida púbica de México y del mundo, ya que debido a la pandemia declarada tras la aparición del virus COVID-19, la normalidad de nuestros días se vio afectada y podría decirse que no existe prácticamente ningún aspecto de nuestras vidas que no haya cambiado, hemos tenido que adaptarnos a un nuevo estilo de subsistencia que dista en gran medida a aquel al que estábamos acostumbrados.
En un primer momento, las autoridades sanitarias consideraron que el virus generaría un problema pasajero, sin embargo, con el paso de los días, pudimos constatar que la propagación del mismo parecía inevitable, a pesar de las medidas sanitarias que se adaptaban en cada Estado de la República.
Todas las acciones tomadas por parte de las autoridades comenzaron a ser novedosas e incluso en ocasiones improvisadas y sin afán de que en este espacio se juzguen o no las medidas sanitarias implementadas por el aún más improvisado Gobierno Federal, considero necesario hacer una reflexión respecto a la modalidad en la que habrán de desarrollarse las próximas elecciones, las que, sin lugar a dudas serán únicas e históricas en nuestro país.
Un punto importante que debemos resaltar es que en esta jornada existirá una cantidad inédita de cargos públicos que se renovarán de manera concurrente, gracias a las reformas que lograron la homologación del calendario electoral de las Entidades Federativas, a esto le añadimos la coyuntura que generará la pandemia y que exigirá en gran medida, la modificación de las campañas electorales, la organización de las elecciones, la recepción del voto y la observación electoral, entre muchos otros temas.
Ante este escenario, considero que el reto a vencer radicará en garantizar que las autoridades electorales, la ciudadanía y todos los actores políticos en general se encuentren preparados para que este próximo 6 de junio, la democratización de los más de 21 mil cargos que se renovarán durante la próxima jornada electoral no genere un nuevo brote pandémico que al final termine por lacerar la ya vulnerada estabilidad social de nuestro país.
Derivado de este contexto, las redes sociales jugarán un papel fundamental en la determinación de los resultados electorales, ya que como lo vimos en la pasada elección presidencial de Estados Unidos, la tendencia será la virtualización de las campañas políticas para difundir los mensajes proselitistas, los cuales deberán ser fraccionados para llegar a públicos específicos y de esta manera segmentar los contenidos y así crear una nueva forma de relacionarse con la ciudadanía, la cual adquirirá un mayor protagonismo.
No olvidemos que existen 3,500 millones de usuarios al día, es decir, el 45% de la población mundial, siendo Facebook la red social más utilizada, el 99.7% de los jóvenes la utilizan y más del 70% de las personas que tienen entre 40 y 60 años de edad, así como casi el 50% de los adultos mayores.
Es por tal motivo que el desafío de esta jornada electoral será generar los reglamentos o protocolos necesarios para logar que el contenido en las redes sociales cuente con una regulación respecto a la veracidad de la información que se difunda a través de las mismas y la legitimidad de sus contenidos, los cuales, en la mayoría de los casos provienen de fuentes anónimas, además será necesaria la implementación de un sistema de fiscalización.
Sin embargo, no debemos dejar de lado las medidas sanitarias que deberán implementarse durante la operación política en campo o territorio, la supervisión de las estructuras electorales de los partidos políticos, así como la movilización de las mismas durante la jordana electoral. Estamos pues, ante un gran reto, el tiempo nos dirá si podremos superarlo…