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LA CLASE MEDIA
Por: Arturo Nahle García

Se dice que de la elección presidencial del 2018 a la elección intermedia del pasado 6 de junio, el Presidente y su partido perdieron aproximadamente 10 millones de votos. Y es que en el 2018 López Obrador ganó con más de 30 millones de votos y ahora Morena y sus aliados difícilmente alcanzaron los 20 millones de sufragios.
Sí, eso es cierto, pero no hay que olvidar que en la elección de hace tres años votaron más de 56 millones de personas, mientras que en ésta última elección la participación bajó a 47 millones.
Lo más extraño es que el propio oficialismo trae ese sentimiento de derrota provocado por los malos resultados en la Ciudad de México.
El mismísimo Presidente endilgó la derrota en la capital a la llamada clase media. La tachó de egoísta, individualista, clasista, racista, aspiracionista y sin escrúpulos morales.
Para que no quede duda a quien se refirió, dijo que son los que van a la iglesia todos los domingos y leen el Reforma, estudian licenciaturas, maestrías y hasta doctorados, buscan triunfar a toda costa, salir adelante, quieren ser como los de arriba. Remató diciendo que le dan la espalda al prójimo, apoyan a gobiernos corruptos y son partidarios de que “si no se transa no se avanza”.
De acuerdo con los censos del INEGI y tomando en cuenta niveles de bienestar, ingresos y gastos, entre otros aspectos, aproximadamente 44 millones de mexicanos somos de la denominada clase media, tres cuartas partes de ella viven en zonas urbanas.
En ese estrato se ubican pequeños empresarios, comerciantes, profesionistas, burócratas y muchos más que están ocupados en el sector servicios con cierto nivel de formalidad. Tienen computadora, tarjeta de crédito, vivienda propia o pagándola con un crédito y sus hijos van a escuelas públicas o económicas.
Por supuesto que ese sector aspira a mejorar, es legítimo que todos los días busquen triunfar y salir adelante. Es un grave error decirles egoístas y es falso que no tengan escrúpulos o que apoyen la corrupción.
Yo estoy totalmente de acuerdo en que “primero los pobres”, también coincido que hay muchos personajes que le han dado la espalda al prójimo y no solo han apoyado la corrupción, se han beneficiado de ella. Pero arremeter de esa manera contra millones de mexicanos esforzados que hace tres años lo llevaron a la Presidencia es una grave equivocación que merece no una aclaración sino una disculpa.