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DEBILITANDO AL PODER JUDICIAL
Por: Arturo Nahle García*

El confinamiento por la pandemia agravó la conflictiva familiar que veníamos observando desde hace varios años, una conflictiva ocasionada por muy diversas causas y que se refleja en violencia entre cónyuges, violencia hacia los hijos, divorcios, abandonos, incumplimiento de obligaciones alimentarias, etcétera.
Esta conflictiva ha saturado los Juzgados Familiares y los Centros de Convivencia Familiar Supervisada del Poder Judicial de Zacatecas.
También la pandemia generó una crisis económica sin precedente, el año pasado el Producto Interno Bruto decreció un -8.2%. Esta crisis provocó que muchísima gente dejara de pagar sus créditos y otras obligaciones económicas, nuestros Juzgados Mercantiles se saturaron de Juicios Hipotecarios y Juicios Ejecutivos donde los acreedores demandan el embargo y remate de los bienes de los deudores.
La pandemia también ocasionó un lamentable incremento de las defunciones, esta dolorosa realidad saturó nuestros Juzgados Civiles de Juicios Sucesorios Testamentarios e Intestamentarios.
Y que decir de los despidos de miles de trabajadores por la quiebra de negocios cuando el semáforo epidemiológico los obligó a cerrar, esos despidos también saturaron los nuevos Tribunales Laborales del Poder Judicial.
Pero el fenómeno que más nos ha complicado las cosas a las corporaciones de seguridad, a la Fiscalía y obviamente al Poder Judicial, es sin duda el fenómeno delictivo; la guerra cruenta entre cárteles que se libra en Zacatecas se refleja en las balaceras y ejecuciones que vemos a diario, los colgados en los puentes vehiculares, las bolsas con restos humanos, decapitados y fosas clandestinas que a cada rato se reportan.
Esos hechos, más los secuestros, extorsiones, feminicidios, robos con violencia, delitos sexuales y daños en las cosas, entre otros, tienen totalmente desbordados nuestros Juzgados de Control y Tribunales de Enjuiciamiento.
Hemos dictado tantas sentencias condenatorias que el CERESO de Cieneguillas resultó insuficiente y hubo que trasladar hace unos meses a 400 reos a otros Estados.
Y que decir de nuestro Tribunal para Adolescentes, cada vez son más los menores de edad que participan en hechos delictivos como el narcomenudeo o portación de armas, estamos llenos de asuntos en los que están involucrados jovencitos y jovencitas.
En resumen, este año nos crecieron las cargas de trabajo en más de un 50% respecto al año pasado, hablamos de aproximadamente 30 mil nuevos juicios. Y todo apunta a que el 2022 estará igual o peor.
Así las cosas, reducir el presupuesto del Poder Judicial es debilitarlo, por favor no lo hagan señoras y señores Diputados!

* Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Zacatecas