Skip to main content

LA CASA DE HOUSTON
Por: Arturo Nahle García

Fueron muchos los cuestionamientos públicos que sufrieron los amigos y parientes de Miguel Alemán, los hijastros de Ruiz Cortines, las novias de López Mateos y “la Tigresa” con Díaz Ordaz; y que decir de los nombramientos que López Portillo hizo a favor de su hijo José Ramón y su hermana Margarita, las fiestas en Acapulco de Federico de la Madrid, los excesos de Raúl -el hermano incómodo de Salinas de Gortari- o del hijo mayor de Zedillo; los negocios de los hijos de Martha Sahagún y obviamente “la Casa Blanca” de “La Gaviota”.
¿Esos escándalos fueron una invasión a la privada de los Presidentes y sus familias? La pregunta viene porque ahora un hijo del Presidente López Obrador está envuelto en un escándalo similar, se le acusa de vivir en Houston en una lujosa casa propiedad de un contratista de Pemex.
¿Dónde termina la vida privada de los servidores públicos y donde empieza la vida pública de sus allegados?
Quienes se dedican a eso, a difundir la vida pública y privada de la gente, lo hacen argumentando que es en ejercicio de la libertad de prensa y para garantizar el derecho a la información consagrados en los artículos 6 y 7 de la Constitución. Si, pero esos derechos no son absolutos, tienen límites, por ejemplo no atacar la vida privada o los derechos de terceros, entre otros.
La Constitución establece que la vida privada y los datos personales deben estar protegidos por la ley, la que a su vez precisa qué información debe considerarse como reservada o confidencial.
En el escándalo de la Casa de Houston evidentemente Loret de Mola difundió datos personales de la familia del Presidente, pero también el Presidente difundió, indebidamente, datos personales del periodista.
Pero eso no contesta la pregunta inicial ¿dónde empieza y termina la vida privada de las personas públicas?
Yo creo que en el caso de los famosos, su vida privada y la de sus familiares termina cuando ellos mismos la hacen pública; pero en el caso de los servidores públicos, la vida privada de ellos y sus familiares se hace de interés público cuando pudieran estar involucrados recursos públicos o los denominados conflictos de intereses.
Así las cosas, la Casa de Houston es sin duda un asunto de interés público donde por supuesto aplica el derecho de réplica, o sea el derecho del funcionario de aclarar información falsa que le cause agravio.

* Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Zacatecas