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LOS DESPLAZADOS DE JEREZ
Por: Arturo Nahle García

Son varias las causas por las cuales, a lo largo de los años, los zacatecanos han tenido que emigrar; unos a las zonas urbanas, otros hacia el vecino país del norte. El programa “Bracero” iniciado en 1942 fue el primer detonante de la migración zacatecana, miles y miles de hombres (principalmente de las zonas rurales) se fueron a la Unión Americana a trabajar legalmente en el campo y las fábricas abandonadas por los jóvenes de allá que fueron reclutados por el ejército para enviarlos a la guerra.
La mayoría de los llamados “braceros” se acogieron al programa porque constituía la oportunidad de un empleo y un ingreso que aquí no tenían. Muchos allá se quedaron, otros regresaron y se volvieron a ir, pero ya acompañados de un hermano, un hijo o un amigo. El “sueño americano” era y sigue siendo el gran imán.
En ocho décadas los patrones migratorios se han modificado sustancialmente, ya no solo emigran los hombres, también lo hacen mujeres y familias completas. Ya no solo la gente de las comunidades, también muchísima gente de la ciudad. Es lastimoso el número de profesionistas egresados de Universidades públicas y privadas que se van a trabajar “de lo que sea” a California, Texas o Illinois.
Es así como localidades de nuestra entidad han quedado casi vacías, con mujeres, niños y ancianos a la espera de las benditas remesas que hoy por hoy son un pilar fundamental de la economía nacional.
Pues hoy tenemos un nuevo motivo por el cual los zacatecanos deben salir de su hogar y de su tierra; hoy comunidades enteras están siendo desplazadas por las amenazas del crimen organizado, por miedo a estar donde nacieron y siempre han estado.
Las imágenes del Ejército, la Policía y la Guardia Nacional escoltando a los habitantes de Palmas Altas, municipio de Jerez, son verdaderamente escalofriantes. Las trocas repletas de colchones, mesas, sillas, roperos, implementos agrícolas y enseres; los rostros llenos de lágrimas y terror; las casas vacías y la comunidad desolada.
Y no son los primeros desplazados por la inseguridad, en septiembre ocurrió lo mismo en Ermita de los Correa y otras rancherías de Valparaíso y Fresnillo.
Marco Flores, desesperado vocalista de la Banda Jerez y Diputado Federal por ese Distrito, de plano convocó a levantarse en armas.
Éstos y otros hechos de violencia extrema cotidiana, nos revelan que estamos rebasados, que ninguna estrategia ha funcionado, que es hora de replantear todo, absolutamente todo.

* Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Zacatecas