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LOS PROBLEMAS DEL ISSSTEZAC

Por: Isadora Santivañez Ríos

El antecedente del sistema de pensiones en Zacatecas fue la Asociación Civil denominada “Seguro del Empleado”, la cuál fue transformada en un organismo público descentralizado con personalidad jurídica y patrimonio propios, en el año de 1986, bajo el mandado de Cervantes Corona, debido a su creciente demanda y al incremento de los trabajadores de Gobierno del Estado, así como a los efectos de su propia naturaleza limitada en derechos y facultades al ser una asociación civil, por lo que este nuevo sistema destaca el derecho escalafonario a la jubilación y a recibir otro tipo de prestaciones económicas como pensión por invalidez, prestaciones sociales y culturales, así como deportivas, de capacitación y de recreación, prestamos y pólizas de defunción.
La creación del ISSSTEZAC contempló una integración operativa bipartita en la que concurrían las aportaciones del Estado y de sus trabajadores, comprendiendo un régimen obligatorio y uno voluntario, considerando una administración adecuada del recurso; sin embargo, este Instituto sufrió un sin número de complicaciones, convirtiéndose en la caja chica de Gobierno del Estado, contratando trabajadores con salarios exorbitantes, otorgando préstamos que no eran posteriormente cobrados, es decir, regalando el dinero a manos llenas a “conocidos o cercanos”, utilizando el recurso en cuestiones que nada tenían que ver con los trabajadores asegurados y haciendo un uso indebido de las ganancias que dejaban los diversos servicios prestados, generando así un déficit financiero que llevó a la crisis a este sistema de pensiones.
Muchas han sido las críticas y los señalamientos contra los Directores Generales, los integrantes de la Junta de Gobierno, los líderes sindicales y hasta los propios gobernadores por el supuesto mal manejo del recurso proveniente de los trabajadores del Estado.
Por lo que durante el Gobierno de Miguel Alonso se realizó una reforma integral a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Zacatecas, en la que se aumentó la edad del retiro y los años de cotización requeridos, se controló el otorgamiento prestamos, de pensiones por invalidez, por defunción, jubilación, entre otras, se integraron nuevas modalidades de aseguramiento y se contempló la desincorporación del Director General como integrante de la Junta de Gobierno, además, se precisaron mecanismos para administrar de manera responsable los recursos provenientes de las cuotas y aportaciones de los servidores públicos y de las entidades de la administración pública.
Sin embargo, estás medidas no fueron suficientes, y poco tiempo después se presentaron una serie de problemáticas a las que se les dieron soluciones temporales, por ejemplo, se buscó subastar algunas propiedades pertenecientes al ISSSTEZAC con el objeto de recaudar fondos que permitieran hacer frente al déficit económico y a su endeudamiento por casi 60 millones de pesos ante el SAT, pero esta media no prosperó, se le inyectaron 300 millones de pesos para el pago de nóminas y jubilaciones, se auditaron los préstamos otorgados, se implementó un programa de retiro voluntario, se generó una reducción a la nómina de los trabajadores en activo, se buscó que el recurso del impuesto ecológico se destinara a fondear al Instituto, y se presentó una nueva ley del ISSSTEZAC que fue rebotada por la Legislatura quedando únicamente en las “buenas o malas intenciones”, entre otras medidas implementadas.
Pero, todo esto tampoco surtió los efectos esperados y durante lo que va de esta administración, han surgido una serie de inconvenientes que en nada abonan a los ya lamentables problemas que viven los trabajadores, jubilados y pensionados del ISSSTEZAC, debido a que, por si fuera poco el calvario, dejaron de recibir su salario, prestaciones y aguinaldo, lo que llevó a los afectados a organizarse y denunciar de manera pública supuestos actos de corrupción dentro del ISSSTEZAC, en los que destacan, gastos injustificados, salarios exorbitantes, contratos con montos elevados, despilfarro de recursos, pagos a proveedores de dudosa reputación y presuntos fraudes.
Todo esto nos lleva a hacer una reflexión respecto al actuar del gobierno actual, ya que durante estos meses no ha hecho más que culpar a los gobiernos pasados y seguir manteniendo sus mismas prácticas dudosas. Es necesario hacer una reforma estructural, interponer las demandas correspondientes, generar un sistema de refinanciamiento y un programa de rescate que involucre a la sociedad en general. Es imposible que a la fecha no exista un solo acusado formal por tan grave desfalco al Estado y a sus trabajadores.