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El cochinero en la elección interna de MORENA
Por: Claudia Anaya Mota

Este fin de semana el Movimiento de Regeneración Nacional, el partido que gobierna la mayor parte del país, el partido del Presidente, realizó un proceso interno para reorganizar la institución política rumbo a las elecciones de 2024 y para ello, en esa jornada electoral, eligieron a sus representantes para el próximo Consejo Nacional que se instalará en septiembre próximo, donde tomarán protesta quienes ocuparán la Presidencia de dicho consejo y los nuevos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional, exceptuando la Presidencia Nacional y la Secretaría General.

Las renovaciones internas son totalmente normales dentro de la organización de los partidos políticos. Lo que no es normal, es que existieran innumerables videos que registraron los vicios de prácticas electorales que no deberían de existir y que la ciudadanía ha demostrado su rechazo una y otra vez: compra de votos, “mapaches”, acarreo, relleno de urnas, intimidación, violencia y un largo catálogo de delitos, en suma, acciones vergonzosas para quienes se autodenominan luchadores “por el cambio verdadero”.

Una semana antes de la elección, militantes distinguidos advirtieron que hubo una 'rasurada' del padrón, particularmente, de quienes aspiraban a ser consejeros nacionales, lo cual fue una forma “amable” de decir que numerosos simpatizantes del partido fueron excluidos por ser incómodos, mientras que otros, anunciaron que no participarían en la jornada comicial porque sería un teatro, una simulación.

En otras palabras, todas aquellas prácticas contra las que lucharon en el pasado fueron reeditadas y hasta superadas como impedir el voto durante la jornada electoral hasta de sus propios compañeros de partido para poder armar órganos directivos a modo, sin tener en cuenta otras voces al interior. En redes sociales, diferentes usuarios que son militantes de MORENA, dieron cuenta de estos hechos. Su rostro reflejó sentimientos como coraje, indignación e impotencia, de ver que su propio partido no fue capaz de respetarlos y sus estatutos se volvieron letra muerta.

Tengo una hipótesis que pudieran explicar estas deleznables prácticas: una ambición desmedida por engrosar el padrón de militantes de MORENA, porque se han dado cuenta que una cosa es ser seguidor de la figura de Andrés Manuel López Obrador y otra, es ser militante del partido en el poder.

Estas convocatorias a sufragar, parecieran un juego perverso para calcular cuántas personas pueden movilizar. Ejemplos de ello fueron el proceso de revocación de mandato del Presidente Andrés Manuel López Obrador que se llevó a cabo el pasado 10 de abril, donde se alcanzó la cifra de 15.1 millones de votos -menos de la mitad del 40% de los sufragios para que la decisión fuese vinculante como marca la legislación en la materia-y en este reciente ejercicio, los primeros números señalan que fueron a votar entre 2.5 a 3 millones de personas.

Lo cierto es que la cúpula de MORENA está buscando constantemente posicionar su marca y promover la figura del Presidente, se han dedicado a un constante quehacer electoral para consolidar un partido tan grande que no dé lugar a las minorías, pero tristemente, en estos cuatro años del primer gobierno de "izquierda" en México, no se han dedicado a gobernar, a resolver los temas que como sociedad tenemos pendientes, los retos inéditos como la inseguridad y los retos futuros, como el acceso universal a la salud, tan fundamentales para el desarrollo de cualquier sociedad.

No me queda duda de que el Instituto Nacional Electoral (INE) debe ser reforzado y perfeccionado. ¿Cómo serían las elecciones sin un órgano confiable que las organice, las califique y tengan lugar las dudas y las inconsistencias? Yo sí lo imagino y esos escenarios nunca deben volverse realidad. En manos de la ciudadanía está impedir ese horror.

*Senadora de la República.