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Laxa estrategia de seguridad permite ataque a civiles

Con los hechos violentes de la semana pasada en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California, claramente las autoridades fueron rebasadas.

La estrategia laxa de Abrazos no Balazos a permitido que en este sexenio morenista se consolide y crezca la delincuencia organizada en todo México. Hay impunidad. Cuando no se castiga al crimen; se permite el sometimiento del país.

El crimen organizado dio muestras irrefutables de poderío. El martes 9 de agosto realizó narcobloqueos carreteros e incendió Oxxos, comercios, camiones y vehículos en Jalisco y Guanajuato. En este último asesinaron a dos camioneros.

Sólo dos días después, el jueves 11, en Chihuahua la delincuencia provocó un motín en el penal, con saldo de dos muertos; en la capital causó más incendios y asesinó a 9 civiles, cuatro de ellos comunicadores de la emisora Mega Radio, a quienes se les arrebató la vida mientras hacían su trabajo.

Y la tarde del siguiente día, viernes 12, en Baja California la población vivió el mismo infierno de temor: narcobloqueo de calles e incendio de unidades motoras.

Con esa clara confrontación a las autoridades, los miembros de los cárteles aterrorizaron y atacaron a civiles. Acabaron con la falacia de que los muertos sólo los ponían las bandas delincuenciales y derribaron las líneas discursivas, que desde la mañanera “receta” al pueblo el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para mentirle sobre la disminución de los índices delictivos.

Más de 120 mil asesinatos y unos 100 mil desaparecidos lo desmienten y muestran la realidad cotidiana de la nación, reflejada en los titulares de los tres hechos: “México amanece en llamas”, “Ola de violencia en Ciudad Juárez” y “Ola de violencia paraliza ciudades de Baja California”. En total en tres días la violencia la sufrieron Zapopan, Irapuato, Celaya, León, Guanajuato, Ciudad Juárez, Tijuana, Mexicali, Rosarito, Tecate y Ensenada.

En tanto, el Presidente que privilegia los derechos humanos de los delincuentes porque son seres humanos, desde su púlpito se limitó a declarar que la violencia es reacción por la aprehensión de 6 líderes “importantes” de un cártel de Jalisco. El ejemplo enseña. Posiblemente ellos también querían que AMLO ordenara su liberación, como lo hizo con el hijo del “Chapo” Guzmán en el 2021.

Quizá este es el momento ideal para que López Obrador personalmente le vaya a dar abrazos a esos seis sujetos y los convenza de detener los ataques contra civiles y reparar el daño a las 13 familias que perdieron a sus seres queridos y a las que les quitaron su patrimonio con la quema de decenas de negocios, camiones y autos, que seguramente se cuantificará en millones de pesos.
O mejor aún, le sugiero que comience a trabajar para establecer una efectiva estrategia de inteligencia en seguridad pública y canalice recursos para enfrentar la delincuencia.

En esa tarea de construir un futuro confiable para México el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional y una servidora sí lo respaldaremos.

Noemí Luna
Diputada Federal