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Espera, ¿ya te ejercitaste hoy?

Recuerda que siempre es bueno darnos un respiro.

Mtra. Bennelly J. Hernández Ruedas.

Sabían ustedes que desde que comenzó el confinamiento en 2020, a raíz de la pandemia por Covid-19 que impactó de forma mundial, uno de los problemas de salud que se elevó drásticamente, independiente a los casos de contagio, fue el sedentarismo en la población.
Y es que, tras los constantes llamados de prevención y de resguardo para evitar la propagación de contagios, la gente se olvidó o dejó de lado, muchos cuidados que deben ser propios de rutina, como es procurar la actividad física.
Esta semana tuve la oportunidad de participar en un Congreso y Conversatorio sobre Educación Física, un espacio donde expertos en salud y activación física, enfatizaron la relevancia que implica el concientizar a nuestra sociedad, sean chicos o grandes, el emplear un plan de vida saludable, a través del ejercicio o la práctica de alguno deporte.
Y es que, realmente preocupa cómo es que ha disminuido tanto la enseñanza y la práctica de la educación física en nuestras generaciones en edad infantil; siendo un tema clave en esta etapa de la vida, porque se fomenta en los pequeños el interés y la responsabilidad por cuidarse, realizando al menos 30 minutos de ejercicio en el día, para contar con una vida adulta más activa y sana.
De acuerdo con los datos más recientes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), nuestro país ocupa el quinto lugar en obesidad a nivel mundial; siendo un problema que se presenta desde los primeros años de vida, en 1 de cada 20 menores, entre los 0 y 5 años. El problema se agudiza en el grupo de edad consiguiente (entre los 6 y 19 años), cuando el padecimiento incrementa en 1 por cada 3 mexicanos.
La ausencia de la cultura física y del deporte, sin duda es una de las causas prioritarias por las que va aumentando en gran medida este problema de salud. Sin embargo, no podemos dejar pasar que esta enfermedad, con el paso de los años también favorece a otras, como el sobrepeso (que podría permanecer durante el resto de la vida del individuo); o provocar otros riesgos de enfermedades circulatorias, cardiovasculares, en los riñones, la diabetes, entre muchas otras que se pueden prevenir con la actividad física.
Como individuos, debemos reconocer que el deporte vitaliza nuestro cuerpo y mente; nos inspira, fortalece, brinda a las personas determinación, pero también disciplina; nos ayuda a explorar y conocer nuestras habilidades físicas, proporcionando satisfacciones personales.
Tener en cuenta la actividad física en nuestro día a día, a través de la práctica de algún deporte, nos enseña y prepara a trabajar duro por lo que se quiere y que tenemos como retos personales.
Los deportes también exigen a la gente interactuar con diferentes personalidades y temperamentos; por ello, el respeto se torna como una pieza fundamental dentro de las actividades deportivas; tanto de las individualidades, como en las diferencias de capacidades. En este sentido, el deporte obtiene, incluso, un peso mediático en la sensibilización y promoción de la práctica deportiva sin discriminación, ni violencia.
Desde la parte gubernamental, es necesario que las autoridades se pongan a trabajar en un nuevo modelo educativo donde se impulse en mayor medida la Educación Física; mientras que, en el ámbito legislativo, nos corresponde promover políticas públicas que aborden su concientización desde múltiples puntos de vista, abocándose a fortalecer la educación, salud física y el desarrollo social.
Sin embargo, como sociedad responsable, es muy importante tomar la estafeta y decir sí, a mejorar nuestros hábitos, siendo uno, la práctica e impulso del deporte y la Educación Física.
Que nuestras nuevas generaciones, o cualquier persona en la etapa de vida que se encuentre, sea la adultez o vejez; reconozca las acciones positivas que le otorga la actividad física-deportiva, en el ámbito personal y como sociedad; ya que el deporte también funge como una acción prioritaria para la reconstrucción del tejido social.
No hay que olvidar que el deporte es un derecho fundamental y una poderosa herramienta para fortalecer los lazos sociales, promover el desarrollo sostenible, la paz, así como la solidaridad y el respeto a todas las personas.
Aprovecho este texto para hacer un reconocimiento a la enorme labor que dedican entrenadores deportivos y maestros de la Educación Física, que en sus metas está el dignificar y sustentar la preeminencia que tiene la activación física en nuestro país, en pro de la salud pública.

*Diputada Federal