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Mayela Pulido

La noticia inesperada
Una vida tan normal como cualquier persona sin imaginar que pudiera estar enfermo, así es como la mayoría de los enfermos que no saben que tienen, viven una de las enfermedades silenciosas que es la enfermedad renal, a menos que haya cálculos que causan cólicos nefríticos, no duele.
Hay un estudio bastante sencillo que deberíamos hacernos todos para descartar que algo no anda bien en nuestro cuerpo con nuestra salud.
Si tuviéramos la disciplina de hacernos un estudio de orinan por año, sería algo muy bueno para prevenir y saber que todo funciona bien.
Cuando los riñones entran en un proceso de desgaste no hay forma de detenerlos. Es progresivo y tarde o temprano hay que suplir sus funciones con un tratamiento llamado diálisis peritoneal o hemodiálisis o con un trasplante.
Esta noticia de saber que algo anda mal es muy angustiante además de no saber que pasará con la vida misma.
Así con todos medios y peor aún sin ellos se necesitará un trasplante de riñón.
Si el cuerpo ya está lleno de toxinas que el riñón ya no hace su función de sacarlas del cuerpo, hay que seguir con el procedimiento antes mencionado (diálisis o hemodiálisis)
Muchos pacientes con insuficiencia renal creen, por optimismo o falta de información, que la diálisis o la hemodiálisis es un método paliativo y temporal, es por falta de información.
Cualquiera que sea el tratamiento elegido, la diálisis llega a ser devastadora en muchos sentidos y representa un elevado costo en tiempo, dinero y energía, además de un gran desgaste emocional, sobretodo ante un horizonte existencial tan corto como estos tratamientos aseguran.
Conforme avanza el deterioro, la mayoría de las personas afectadas pierden calidad de vida. Muchas veces se ven obligados a dejar sus ocupaciones, incluso a renunciar a su empleo, por el golpe que esto representa para sus finanzas.
Los pacientes con pocos recursos, por lo general, no pueden solventar estos gastos. Para ellos, afrontar la terapia mientras siguen trabajando es un sacrificio físico y económico gigantesco, casi imposible de zanjar, que se suma a su ya difícil existencia.
Los enfermos se vuelven cada vez mas dependientes y la dinámica familiar se altera por completo.
De forma dramática, el remedio termina siendo una contradicción: solo viven para dializarse y solo gracias a la diálisis sigue vivo.
La vida pierde casi todo su encanto, la dieta es estricta, en esas condiciones recuperarse del cansancio y la debilidad lleva tiempo, casi el mismo que transcurre hasta la siguiente visita al hospital.
Es una carrera de obstáculos interminable, extenuante.
De pronto los hospitales se vuelven la segunda casa, se conoce gente maravillosa y alguien se vuelven amistades que jamás se olvidan!
Todos los pacientes se vuelven unos soldados guerreros en contra de la creatina.
No todos tienen la misma suerte, algunos son abandonados por sus familias, con la más absoluta falta de humanidad. Llegan muchos momentos de frustración y dolor por la ausencia de repentina de uña compañero que había fallecido por un asenso de potasio o alguna otra complicación.
Así piensan y sienten muchos pacientes en hemodiálisis que los domina el miedo de saberse que ellos serán los siguientes…
Es como comienza una lucha por sobrevivir esperando un llamado de teléfono del hospital diciendo tu riñón te está esperando, hubo una donación y es para ti…
Piénsalo, no dudes más en salvar y cambiar el destino de alguien más cuando el título ya está listo!
Conviértete en orgulloso donante de órganos y da vida después de tu vida!