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LOS PRESIDENTES DE LA CORTE
Por: Arturo Nahle García
El 4 de octubre de 1824 fue promulgada la primera Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos en la que se dispuso la conformación, facultades y elección de lo que hoy es la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La primera sesión de la Corte se llevó a cabo el 15 de marzo de 1825, su primer presidente fue Don Miguel Domínguez (esposo de la Corregidora Josefa Ortíz); el segundo fue el político, filósofo y doctor en leyes zacatecano Pedro Vélez de Zúñiga.
En 1857, el Benemérito de las Américas, Benito Juárez, también fue Presidente de la Corte, esa altísima responsabilidad jurisdiccional la recibió nada menos que del zacatecano Luis de la Rosa Oteyza (abogado, periodista, liberal y profundamente federalista).
En 1858 Juárez dejó la Corte para asumir la Presidencia de la República, el resto de la historia todos la conocemos.
Durante una parte de su mandato, Juárez tuvo como Presidente de la Corte a otro zacatecano, Jesús González Ortega, héroe de la guerra de Reforma y del sitio de Puebla durante la intervención francesa.
Al morir Juárez asumió la Presidencia de México Sebastián Lerdo de Tejada, abogado y político liberal quien a la postre también fue Presidente de la Corte; y a Lerdo de Tejada lo sucedió el entonces Presidente de la Corte José María Iglesias, connotado jurista e historiador.
En los años siguientes el Poder Judicial de la Federación estuvo encabezado por gigantes como el escritor, periodista, militar, abogado, político, docente y diplomático Ignacio Manuel Altamirano; Ignacio Ramírez “El Nigromante” (escritor, poeta, periodista, abogado y político liberal); e Ignacio L. Vallarta (diplomático y extraordinario jurista, alumno del legendario Santos Degollado).
Durante el siglo XX y lo que va del nuevo milenio, la Suprema Corte ha sido presidida por otros destacados mexicanos, como el zacatecano Roque Estrada Reynoso (en 1952)? o más recientemente nuestro muy apreciado maestro Don Mariano Azuela.
El exacerbado presidencialismo mexicano opacó durante décadas al Poder Judicial de la Federación, pero la pluralidad y la alternancia política de los últimos años lo han convertido en un contrapeso fundamental para la vida democrática de México. De ahí la importancia de la próxima designación de quien habrá de presidir la Corte en los siguientes años.
Debe ser alguien con capacidad y honorabilidad probada, se antoja que ya sea una mujer, que pena que no pueda ser Yazmín Esquivel, el escándalo del plagio de su tesis profesional la mancha a ella, al feminismo y obviamente a toda la Judicatura.

*Magistrado Presidente del Supremo Tribunal de Justicia de Zacatecas