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Un pueblo digno ante un estado en llamas

Por: Claudia Anaya Mota

Este domingo, luego de los numerosos hechos violentos que han sucedido en Jerez, las familias salieron a la calle para manifestar su deseo de paz, dejando muy claro que antes que los Carnavales y los Certámenes de Belleza, está la protección a la integridad y la seguridad. Reconozco la enorme empatía y solidaridad de las escuelas, de los grupos musicales, de las propias reynas que participarían en la Feria de la Primavera, así como de diversos grupos de la sociedad civil, que al negarse a participar, mostraron altura de miras ante la violencia.

Justo ese domingo que en en el pasado lo vivíamos como el día protagonista de la tradicional Jerezada, la gente salió vestida de blanco para recordar con pancartas los nombres de los desaparecidos, exigieron paz, mayor justicia y también expresaron sus reclamos a la autoridad municipal a través de lo que llamaron la “Marcha por la Paz” que sustituyó al desfile del Carnaval.
Paradójicamente, mientras las familias manifestaban su demanda de que las autoridades federales, estatales y municipales voltearan a ver su tierra, donde es evidente el rechazo a la violencia y al dolor que nos está dejando, en Fresnillo, Calera, Enrique Estrada, Genaro Codina, Guadalupe, Ojocaliente, Ciudad Cuauhtémoc, Pánfilo Natera, Trancoso y Osiris, fueron víctimas de una nueva ola de violencia: carreteras federales bloqueadas, enfrentamientos armados, despojo de vehículos y transporte de carga a mano armada y ponchallantas, provocaron la alerta entre quienes transitamos y vivimos en aquella zona.

El primer ataque resulta muy significativo, porque de acuerdo a reportes noticiosos, pasando el medio día en la carretera que conduce a la comunidad de Plateros donde se venera al Santo Niño Atocha, delincuentes despojaron de sus autos a quienes transitaban por ahí y con lujo de violencia, lanzaron tiros al aire para forzarlos a detenerse y una vez que dejaban la unidad en su poder, les prendieron fuego para bloquear ese camino, muy cerca de la base militar donde tiene su sede el 97 batallón de infantería del Ejército Mexicano.

Casi al mismo tiempo en la carretera que comunica hacia la Estación San José, así como en la carretera que lleva a Calera y en la que conecta con Enrique Estrada, sucedió un hecho similar, pero en Valparaíso, los grupos armados secuestraron a un camión de pasajeros que usaron para impedir el paso de cualquier medio de transporte. Desafortunadamente, en la caseta de CAPUFE que se encuentra al lado de la Comunidad Osiris, un conductor de un tráiler que provenía de Chihuahua, se negó a bajar de la unidad y junto a su acompañante, fueron asesinados por los criminales. Su vehículo también fue usado para bloquear.

En Ciudad Cuauhtémoc, fueron emboscados policías que se trasladaban a Genaro Codina, aunque no hubo reportes oficiales si estos ataques estuvieron relacionados o no con los bloqueos, pero estos se suman a uno de los domingos de caos que parecen convertirse en costumbre en Zacatecas.

Lo cierto es que desde el Poder Legislativo y particularmente desde el Senado de la República, se han brindado todos los instrumentos jurídicos para que se atienda la problemática de inseguridad, pero es momento de reconocer que algo está fallando en la implementación de la estrategia y Zacatecas, dolosamente, es ejemplo de ello, porque pareciera que ni con la presencia de la Guardia Nacional ni con los elementos de tropa que han sido destacamentados en nuestro estado, la violencia parece no tener fin.

*Senadora de la República.