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Lucila Noemí

Cuando el hígado y la vesícula están desequilibrados, se describen como estancados.
Eso significa que la energía(Qi) no se mueve fluidamente a través de ellos.
Algunos de los muchos síntomas físicos y emocionales de este desequilibrio incluyen: dolores de cabeza, bruxismo o rechinar de dientes, problemas oculares, sentirse caliente todo el tiempo, síndrome premenstrual, fibromas, inflamación de la próstata, irritabilidad, ira, impaciencia, dolor de cadera, problemas de la tiroides, decoloración de las uñas de los dedos de los pies (especialmente amarillo y en los dedos grandes), despertarse entre la una y las tres de la mañana y sentirse inquieto, entre muchos más signos y síntomas

La primavera es la temporada del hígado, es momento de purificar este filtro.