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ELECCIONES 2023

Por: Isadora Santivañez Ríos

En próximos días, se llevará a cabo la jornada electoral en Coahuila y el Estado de México, tras culminar el proceso de campañas electorales, que han sido arduamente complejas y cerradas, estamos a unos días de finalizar una etapa democrática de nuestro país para consolidar a la cuarta transformación, o bien, dar una bocanada de oxígeno y supervivencia a la oposición.
La gran relevancia de esta contienda electoral radica principalmente en la consolidación nacional de diversos proyectos, la realidad es que la oposición está mermada, los partidos tradicionales se encuentran viviendo momentos de crisis, en donde la necesidad los ha orillado a aliarse con la finalidad de ser, como mínimo, competitivos ante una oleada del partido político en el poder Morena, el cual tiene gran poder e influencia en el escenario político mexicano, atribuible primero que nada a Andrés Manuel López Obrador y a su manera de operar políticamente, en favor de su partido, desde la administración pública.
Desde el año 2018, la consolidación de partido político en el poder ha ido en ascenso, sin embargo, no han logrado el poder absoluto que deseaban, en la contienda electoral pasada, por ejemplo, esperaban llegar a ser más competitivos en Estados como Aguascalientes y Durango, en donde, si bien, fueron el rival a vencer, la realidad es que los números les quedaron muy por debajo de la percepción que se tenía y de los 6 estados en donde se compitieron las gubernaturas, solo lograron ganar en 4 de ellos, y en cada uno bajo condiciones y circunstancias muy particulares, que muestran un escenario en el que la fortaleza del partido en el poder, es indudablemente el Presidente de la República.
Lo que nos pone a reflexionar respecto a los procesos democráticos que hemos vivido en nuestro país, en donde, independientemente del partido que se encuentre en el poder, la constante sigue siendo su intervención directa en las elecciones, a través de los llamados programas sociales y de la operación territorial con quienes integran la nómica de las diversas dependencias, es decir, en México, gobierne quien gobierne, el poder es usado de manera desmedida para intentar mantener el poder y comprar la voluntad de los ciudadanos en favor de los privilegiados por parte de la cúpula.
Y un claro ejemplo de ello, han sido el Estado de México y Coahuila, en donde el Movimiento de Regeneración Nacional ha enviado hasta a la última caballada para intentar persuadir al ciudadano, al grado de exponer, a la llamada “corcholata favorita”, la actual Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, para que de manera pública hiciera un posicionamiento en favor de su candidato que va a la deriva, con el objeto de ayudarle a levantar sus puntajes de aceptación popular.
Por otra parte, Alejandra del Moral, candidata de la coalición Va por el Estado de México, integrada por el PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza, ha sufrido día con día la envestida Presidencial, que en una estrategia desesperada ha colocado al Partido de Movimiento Ciudadano en una situación nada fácil para ellos, ya que se han convertido en lacayo de morena, al hacerles el trabajo sucio en la elección, ya que han sido los integrantes de este partido, quienes durante la presente contienda electoral, han emprendido una injusta campaña de odio y desprestigio en contra de la candidata.
Este partido político en todo momento se ha pronunciado en favor de las causas de los ciudadanos y se vende como un partido opositor al Gobierno de la República, sin embargo, durante este proceso electoral, a través de sus acciones, declaraciones y estrategias se muestra como uno de los operadores políticos principales de esta administración morenista.
Lo que da muestra clara del nivel de desesperación de Morena por ganar de manera específica estas contiendas electorales, ya que de perder, el mensaje será claro, su caída se avecina, y no se niega el poder que tienen a nivel nacional que probablemente los coloque de nueva cuenta en la Presidencia de la República, pero en lo local, en lo regional y en lo territorial, la oposición tiene una bocanada de oxígeno, que sin duda alguna, aprovechará para retomar con mayor fuerza su camino, ya que en numerosas ocasiones han demostrado, que siguen pesando, que siguen siendo fuerza y representación y que en México, si hay oposición.