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Cerrar ciclos
Algunos psicoanalistas señalan que el momento para cerrar ciclos en una persona puede ser en cualquier momento, mientras que otros consideran más oportuno hacerlo cuando comienza un acontecimiento trascendente en su vida, como el final de un año, un cumpleaños, un cambio de trabajo o el término de una relación. Cualquier momento es importante para cerrar ciclos, pero ¿qué es un ciclo en una persona? Psicológicamente hablando, se refiere a los procesos que tienen un inicio, un desarrollo y un final. Por tanto, la vida está formada por muchos de estos procesos, los cuales nos acompañan y nos hacen quienes somos. Cerrar ciclos implica alejarse de cosas o situaciones que nos puedan dañar.

El experimentar tristeza o dolor cuando algo llega a su fin te hace tomar conciencia de que definitivamente comienzas un proceso que culminará con el cierre de un ciclo. Pero ¿cómo cerramos estos ciclos? Es necesario aceptar el miedo al cambio, a salir de la zona de confort, a lo desconocido, aprender a soltar a las personas, las situaciones, los espacios; se trata de perdonar, olvidar, cambiar, modificar, aceptar y recordar con tranquilidad. No necesariamente implica olvidar, ya que fueron procesos que se dieron dentro de tu crecimiento y son parte de tu madurez.

La importancia de cerrar estos ciclos es asegurarse de que las acciones de tu pasado no te causen algún daño o efecto en el presente y evitar situaciones de conflicto que puedan afectar tu futuro. Si el ciclo, sea cual sea, permanece abierto, obstaculiza tu crecimiento personal, llegando a causar daños económicos, emocionales y físicos. Por eso, es importante cerrar esa puerta emocional. Cerrar un ciclo se conoce en Terapia Gestalt como dar fin a un asunto inconcluso que impide el desarrollo de las personas, y los sentimientos quedan atrapados provocando sufrimiento o malestar en los individuos que lo padecen.

En la Metafísica, la Ley del Cierre dice que una forma es mejor percibida cuanto más cerrada sea. Si un contorno no está completamente cerrado, la mente tiende a cerrarlo. La Ley de la Continuidad establece que una forma es mejor percibida cuanto más continua sea.

Betty Rosas Murillo