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El abandono de la Federación a Zacatecas

Por: Claudia Anaya Mota*

En anteriores ocasiones, he comentado con ustedes sobre la reducción de recursos federales a Zacatecas en diversas materias. Hoy quiero hablarles sobre las devastadoras consecuencias de la sequía y cómo, pese a los esfuerzos de nuestros compañeros y de esta, su servidora, no hemos recibido una respuesta afirmativa para la Declaratoria de Emergencia y que nuestros productores campesinos y granaderos, reciban el apoyo de la Federación.

La sequía es una de las diversas consecuencias del cambio climático, pero en Zacatecas y en los estados del noreste del país, este fenómeno se ha venido acrecentando y agravando cada año, pero particularmente este 2023, debido a que ha quedado registrado como uno donde las temperaturas se elevaron considerablemente, la desecación ha sido mayor.
Desde marzo de este año la Comisión Nacional del Agua, señaló que 14 de las principales presas de Zacatecas estaban al 68% de su capacidad de almacenamiento por lo que esta disminución llevó a determinar que de los 58 municipios de nuestra entidad, 12 se encontraban en la categoría de “sequía severa” y 42 en “sequía”; para junio, el vaso de agua de “La Zacatecana” se secó.

Para este mes de octubre, la CONAGUA hay proyectado que las lluvias no serán suficientes para superar la aridez de nuestro territorio y por el contrario, hay un diagnóstico que advierte que únicamente en la región noreste del país habrá una precipitación por encima de lo normal, en tanto que el resto del territorio nacional el nivel se ubicará por debajo de lo normal.

Nuestros campesinos y ganaderos ya están viviendo las consecuencias de este fenómeno y se han organizado en caravanas para venir directamente al Palacio Nacional para pedir al Presidente, apoyos para soportar el estiaje y salvar el mayor número de cabezas de ganado, pero no fueron recibidos.

Por mi parte, en una reunión sostenida con la titular de la Secretaría de Economía Federal, Raquel Buenrostro, expuse la situación agrícola y ganadera, pero desafortunadamente, su respuesta fue que no hay recursos para ello y francamente, resulta inconcebible.

Desde 2022, el Banco de México calculó que la afectación por la sequía para el sector agrícola y la industria manufacturera nacional, tendrían pérdida del 0.56% del (PIB); estamos hablando de 102 mil millones de pesos anuales, una cifra no menor y aunque existe el Programa Nacional contra la Sequía, es evidente que es ineficaz.

Lo más alarmante, estimados lectores, es que ya no hay Fondo de Desastres Naturales (Fonden) desde 2021, recordemos que los legisladores de MORENA decidieron respaldar su desaparición, lo mismo que con otros fondos y fideicomisos.

El Fonden era un instrumento legal para enfrentar de manera rápida las catástrofes naturales que se presentaban en todo el territorio nacional y sumaba recursos que significaban el 0.4% del Presupuesto Federal, a cambio, este año existe una iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo para crear la Ley General de Protección Civil y Gestión de Riesgo de Desastres, que en esencia, establece que los gobiernos de los estados enfrenten con sus propios recursos los desastres naturales y únicamente recibirían ayuda, si la Federación cuenta con el dinero en sus arcas.

Además, la iniciativa dispone que los estados deberán pagar las pólizas de los seguros ante eventuales catástrofes, luego entonces, ya no habría “Declaratorias de Emergencia y Desastre” sino una “Situación de Emergencia y Desastre”. Este es un escenario impensable e insostenible en un estado como Zacatecas, cuyo presupuesto federal disminuye año con año.
Espero que mis compañeros diputados federales y senadores zacatecanos del partido en el poder, recuerden la necesidad de nuestra gente, el maltrato de la federación, que no hagan campañas mediáticas para decir que “apoyan a Zacatecas” cuando en el pleno, su voto es favor de su jefe político y no de quienes dicen representar. Un desastre natural no se calcula únicamente en términos económicos, también estamos hablando de vidas.

*Secretaria de la Mesa Directiva del Senado de la República