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Somos instantes

Mayela Pulido

Vivir con pacientes renales me ha enseñado a comprender profundamente la fragilidad de la vida. Muchas veces nos olvidamos que venimos a esta tierra por instantes y no valoramos lo que tenemos, salud, amor, amistad, naturaleza, etcétera.

Cada día para muchos pacientes con insuficiencia renal, viven conectados a máquinas experimentando una lucha silenciosa que va más allá de lo que las palabras pueden expresar.

Muchos piensan en que morirán un día en silencio!

He aprendido que el amor es una fuerza poderosa, pero la empatía puede sanar corazones, lo que sigo viviendo y tengo claro un deseo de que se trasmita la importancia, la necesidad y empatía para los que están en una silla de hemodiálisis esperando la vida en una lista inalcanzable de un órgano, esperando una segunda oportunidad de vida con calidad.

Que nos haga más comprensivos, que veamos más allá de las líneas de vida y apreciemos la fortaleza de quienes luchan a diario por sobrevivir.

Es una invitación a comprender lo incomprensible, y a valorar la vida y la lucha de quienes enfrentan una enfermedad crónica renal.

La cultura se hace a través de la educación, una ley universal de humanidad; es sentir la necesidad de información es trascendente, además de humanizarnos, sentir y ver los sentimientos a flor de piel ante la gran necesidad de miles de personas de recibir y regalar un órgano, con la poca o nula información de cómo adquirir o donar para el bien de quien está en esa lucha y su vida dependiendo de un hilo, con el miedo de no obtener ese órgano tan deseado y la empatía de un familiar en el duelo de aceptar donarlo.

Con el dolor también se aprende, tratemos de buscar la felicidad a pesar de la tempestad, pues es solo por decisión.

Por eso seamos conscientes, tengamos empatía, la salud es lo más importante, pues afecta directamente todos los demás planos de la vida de las personas, pero lamentablemente no todo el mundo tiene la fortuna de gozar de una buena salud!

Por eso la huella que dejemos, se escribe el día a día, el amor que necesitamos se da hoy, la herencia que proporcionamos se siembra con el ejemplo!

Sin querer decir que existe la perfección, este cuerpo material trasciende y se eleva con el diario vivir.

Así que si el día de hoy, podemos dar aliento a un hermano hagámoslo, porque solo existe el hoy, jamás el mañana. Sigamos construyendo un mundo donante y sigamos sumando voluntades por esta cultura de donación, por eso siempre que puedas llevar paz a la vida de alguien, hazlo, siempre que tengas la oportunidad de ser amable, hacer el bien, ayudar, escuchar, hacer reír, no lo dudes y solo hazlo…

Y si después de todo eso puedes dejar vida después de tu vida hazlo, será la manera más hermosa de haber vivido y trascendido…

Soy orgullosa donante de órganos
Y tú?