RELACIONES A DISTANCIA
Psicóloga Maira Gallegos
El amor implica confianza absoluta: al amar a otro, le doy el poder de destruirme, esperando/confiando en que no usará ese poder.
Zizek.
La ciencia se esfuerza cada vez más para poder entender el amor, en todos los sentidos y de todos los tipos. Algunos lo entienden meramente como un proceso neurológico que implica la liberación de oxitocina y vasopresina, las hormonas más relacionadas con el amor.
La antropóloga Helen Fisher menciona que existen tres circuitos cerebrales para permitir comprender más fácilmente este proceso neurológico; el circuito del deseo (mariposas en el estómago), el circuito del amor romántico (centra las energías en una sola persona y la conexión emocional) y el circuito del apego o cariño (incide en el sentimiento de querer permanecer).
Las relaciones de pareja inician luego de superar la fase del deseo sexual (la atracción entra por los ojos) y adentrarse en el enamoramiento correspondiente al amor romántico. En esta etapa se idealiza a la persona, creando expectativas positivas, sentimientos y pensamientos, se pasan por alto casi los defectos del otro. Pero el enamoramiento no es permanente, dura solo unos meses.
La pareja comienza a tener una fase cotidiana donde hay que tomar en cuenta los intereses de cada uno, los estilos de vida, las actividades, motivaciones y en general la personalidad. Surgen nuevos retos donde se conocen realmente y empiezan a identificar los “defectos” del otro. Este despertar no siempre brinda la satisfacción en el momento del enamoramiento. Algunas veces aparecen sentimientos de desilusión, insatisfacción y frustración. Se pueden presenta problemas de diferente índole que muchas veces llevan a la terminación o la maduración de la relación.
En una relación se tiene que cultivar sobre todo la confianza y el respeto mutuo. Es importante mencionar que existe una respuesta en la interdependencia dentro de la relación.
Significa que el comportamiento de uno influye sobre el otro; en los comportamientos, sentimientos y pensamientos. Es una influencia mutua que además puede darle estructura a la relación o ser motivo de separación si no se coordinan los comportamientos.
Actualmente los estilos y los tipos de relaciones son variados. La sociedad, la cultura, las relaciones con personas más fácilmente de otras regiones o países, las tecnologías, la internet, etc., ha permitido esta variación que implica mayores retos, además de lo ya complejo que son las parejas y el amor.
Las relaciones a distancia son un tema que se ven y se hablan con mayor frecuencia. Como ya se dijo, para que una relación funcione se requiere tomar en cuenta varios factores.
De acuerdo a la Real Academia Española la definición de distancia es: el espacio o intervalo de tiempo o de lugar que media entre dos cosas o sucesos, la diferencia de semejanza notable entre unas cosas y otras y, finalmente, el alejamiento, desvío y desafecto entre personas.
Esta definición aplicada a las relaciones de pareja considera mucha subjetividad. De acuerdo al concepto o situación que se aplica puede ser positiva o negativa. En la sociología se investiga el distanciamiento social y el distanciamiento físico, que no significan para nada lo mismo.
El distanciamiento social se refiere al distanciamiento referente a las relaciones humanas y el físico es aquel que se mide con unidades de longitud entre un cuerpo y otro. En una relación puede haber distanciamiento estando juntos o en la distancia. La distancia emocional supone la pérdida de la confianza y una barrera a la intimidad de la pareja.
En las relaciones de pareja a distancia se requiere cultivar la confianza, tomar compromiso de que es una relación real y que en algún momento implicará dar un siguiente paso a conocerse o verse físicamente. En ocasiones las parejas deben alejarse por un periodo de tiempo por ejemplo por motivos de trabajo o por algún inconveniente que requiere trasladarse a otro lugar.
Los cuestionamientos sobre este tipo de relaciones surgen a partir de los prejuicios. Las relaciones a distancia pueden funcionar tanto como las que están físicamente en contacto. Existen dichos que dan prueba de estos prejuicios como “amor de lejos, amor de pendejos” o “amor de lejos, felices los cuatro”. Estas frases hacen referencia a la infidelidad por alguna de las partes ocasionando inseguridades, celos, miedos y dudas sobre la intimidad la cual parece casi imposible de existir.
Aunque existe un grado de ansiedad en cada persona por la lejanía y por las expectativas de que se vivirá en el futuro no quiere decir que sea imposible que la relación tenga éxito.
Existen estudios, como el de Rusbult, que hacen referencia a los diferentes niveles de inversión y satisfacción en las relaciones a distancia y las cercanas, donde las últimas se exponen a mayor estrés. En 2006 se retomó el estudio por la Universidad de Buena Vista y se llegó a la conclusión que ambos tipos de parejas tienen más similitudes que diferencias.
En otro estudio en 2007, realizado por Stafford y Merolla, encontraron que las relaciones a distancia son mejores que las de proximidad. Tomando en cuenta variables como amor, distorsión idealista, la reminiscencia positiva, acuerdo percibido y calidad de comunicación. El resultado supone que, a mayor tiempo de espera para verse, mayor será la admiración y la comunicación en la relación.
La globalización, la tecnología, búsqueda de nuevas y mejores oportunidades e incluso la pandemia han favorecido este tipo de relaciones. Por esto las parejas buscan y aprenden estrategias para afrontar la distancia y sobrellevar la relación.
Una estrategia es suponer que es la mejor alternativa, o tener la intención de mudarse a la misma ciudad, o terminar la relación. Si no se tiene la intención de proximidad en un futuro la relación no es viable y no debe continuar, ya que alguno de los dos en algún momento tendrá el deseo de contacto físico, necesidad fisiológica y natural en una relación de pareja.
Para toda relación de pareja es necesario que exista una comunicación efectiva y asertiva; transmitir lo que se piense y se siente con la constancia de entender bien el mensaje que se desea transmitir. Ambas partes deben mostrar interés por mantener la relación.
Aunque no es imposible mantener una relación de pareja a distancia, no todas las personas son aptas para mantenerlas. Se tiene que tener madurez emocional, estar seguras de sí mismas, tener la facilidad de comunicar a su pareja, compromiso y paciencia en que la distancia no será permanente.
Las relaciones a distancia no son para personas dependientes emocionales e inseguras o con necesidad de sentirse seguros o aprobados. Antes hay que ir a terapia.
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