Psicóloga Maira Gallegos
LA REPRESION DE LAS EMOCIONES EN LOS HOMBRES.
Cuanto más estemos abiertos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás.
Daniel Goleman.
Los hombres y las mujeres sentimos de la misma manera, ambos somos humanos. La diferencia es que cambia la forma y la frecuencia en la que expresamos, aunque también depende la personalidad de cada individuo.
El entorno social es un factor determinante para que los hombres se permitan o no expresar sus emociones sanamente. Pero en nuestra cultura y en nuestros antepasados es común aún escuchar expresiones como “los hombres no lloran”, “es muy seco”, “mi pareja no es expresivo”, “compórtese como los hombres", y una ultima frase que personalmente me ha parecido muy fuerte “no chille, no sea maricón” (aclaro que la palabra es despectiva, discriminativa y hasta ofensiva. Solo se emplea aquí para referirse a las frases que se han escuchado y que hay que mencionar, ya que estas tienen peso inimaginable en el inconsciente).
En bastantes ocasiones mucha gente asocia el llanto con la debilidad. Como si los hombres que se muestran llorar fueran débiles. Claramente es falso, pero esto se ha inculcado desde la infancia. Es una declaratoria y una condicionante para ser tachados de afeminados, lo cual obliga a reprimir los afectos y sentimientos.
La tensión emocional que no se expresa se acumula en el cuerpo que luego dará como resultado enfermedades coronarias, probabilidades mayores de cáncer y afectaciones al sistema inmunológico y, en general, toda una gama de dolencias psicosomáticas. Además, al suprimir las expresiones los hombres no serán capaces de tener experiencias en las relaciones interpersonales de manera sana y satisfactoria debido a la represión emocional. Las emociones son parte del ser humano y reprimir, no compartir el dolor, no buscar ayuda de profesionales y personas alrededor trae consecuencias en la salud mental y física.
Cuando se reprimen las emociones en los hombres, a la larga, también tiene efectos en la autoestima, es más probable que surjan trastornos de depresión y ansiedad. Para poder respetarse uno mismo es imprescindible respetar las emociones que cada quien siente, incluyendo las propias.
La expresión emocional en los hombres que más predomina es la ira y la agresividad, ya que es utilizada también como una herramienta de afrontamiento. Estas dos como predominantes y la represión de la mayoría de las emociones dan como resultado que se asocie a fenómenos de violencia de género, ya que se cuenta con pocas estrategias de comunicación y confrontación emocional. Muchos hombres carecen de estrategias emocionales que permitan pasar bien librados por momentos duros de la vida. La ira y la agresividad no son las más adecuadas ya que son poco útiles para el desarrollo personal.
Cuando un hombre se acerca al mundo de las emociones se presenta en él una inseguridad, ya que piensa o siente que puede verse afectada su integridad masculina o su virilidad. Muchos deciden expresar sus emociones y sentimientos de manera que sienten que pueden tener el control de la situación. Tradicionalmente se mantenía un mandato en cuanto al rol social de los hombres donde suponía ser valientes, competitivos, egoístas, arriesgados, exitosos, fuertes física y emocionalmente. Al paso de los años y en la actualidad todos los aspectos anteriores han cambiado. Se habla de una nueva forma de vivir la masculinidad, con aspectos más sanos tanto para hombres como en su relación con las mujeres.
La expresión de las emociones en los hombres esta culturalmente reprimida, pero hay que tener en cuenta que experimentan sentimientos como cualquier persona. Es necesario que se modifiquen las expectativas de los hombres y los estándares de la cultura que se les han impuesto desde las primeras etapas del desarrollo. Esto permitiría conocer realmente como viven su emocionalidad y sentimientos y en consecuencia expresarse con libertad.
Mostrarse con vulnerabilidad es percibido como signo de debilidad, cuando en realidad es una fortaleza. Para mantener conversaciones difíciles implica mostrar las emociones y los hombres tratan de evitarlo. Se les ha dicho que tienen que ser fuertes, pero no se les ha dicho como afrontar el miedo o la tristeza.
El antropólogo y psicoterapeuta Rai Crespí, fundador de Entre Hombres, en Barcelona, propone maneras de ser hombres más conscientes, plurales e integrales. Menciona que para sentirse bien consigo mismo, un hombre debe aprender a sentirse en casa con los demás hombres, más allá de los abrazos con golpe en la espalda.
El mundo emocional de los hombres, de cómo se les enseña a ser tales, tiene repercusiones en todos los aspectos de la vida, en la pareja, en las relaciones sexuales, en la profesión, en las amistades, en la familia, en la identidad, etc.
Aunque lo dicho anteriormente está empezando a cambiar; es paulatino y no todos van por el mismo camino. Como en todos los casos de cambios, también existen sus resistencias.
mail:
lic.mairagallegos2021@gmail.com