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La justicia no se rifa

Por: Claudia Anaya

El pasado fin de semana, en el Senado de la República se llevó a cabo el proceso de insaculación pública o en palabras llanas, la tómbola para que el azar, determinara los cargos de Magistraturas, Juzgados y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que serán ocupados por quienes vayan a la elección extraordinaria en 2025.
Lo cierto es que este proceso fue inédito, pero al mismo tiempo, confuso, improvisado y aunque el oficialismo intentó realizarlo con máxima transparencia, lo cierto es que en las pantallas del Canal del Congreso, no se alcanzaba a ver con claridad el número de la esfera de la tómbola…Solo quedó confiar en la Senadora que hacía uso de la voz para identificar el número.
Nuestro país es el primero a nivel mundial en el que las personas que quieran ser jueces, ministros o magistrados, deberán inscribirse en una convocatoria emitida por el Senado de la República para que luego, el azar y no la preparación, la experiencia y la formación de la carrera judicial, defina una lista para que la Presidenta, la Cámara de Senadores y la Suprema Corte de Justicia, elijan antes que nadie y de primera mano, a quienes irán a competir en 2025.
Es de resaltar que esta lista de poco más de 800 nombres tendrá un corte eminentemente político, pues es de esperarse que cada poder de la unión, buscará tener el mayor número de sus cercanos en estos espacios y así, lograr tener un grado de influencia en las determinaciones judiciales en los pleitos entre ciudadanos y el poder público dominante, para que estos, emitan resoluciones que beneficien a los intereses de quien los postuló de inicio.
Una vez que esta lista de perfiles electos y definidos por el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial esté completada, se enviará al Instituto Nacional Electoral para que organice foros en donde los más de mil aspirantes, expongan su trayectoria de vida, hagan promesas de campaña para que usted, amable lector, en la elección extraordinaria el 1 de junio de 2025, tal como elije a su Alcalde, Diputado Local, Diputado Federal, Senador o Gobernador, haga lo propio con su Ministro, Juez de Distrito, su Juez de Circuito, su Juez de Materia Penal, su Juez de Materia Administrativa, su Juez de Materia Agraria, entre otros muchos.
En ningún país del mundo se hace esto por una sencilla razón: ¡Porque no funciona! Porque la justica no se rifa, porque las funciones de un Juez son distintas a los de un político, porque los criterios de una autoridad judicial deben estar apegados al respeto de la Ley, no deben estar apegados a una ideología política, interés personal o de grupo, o bien, a la popularidad.
Es terrible lo que está sucediendo en México, nos encaminamos a politizar la justicia, nos alejamos de los acuerdos y tratados internacionales que garantizan el acceso a la justicia, a la inamovilidad de los jueces que benefician al justiciable; estamos poniendo en riesgo el clima de confianza y de negocios en los tratados internacionales que significan inversión, empleo y bienestar para las familias mexicanas. La rifa, la tómbola parece un episodio de humor, pero en realidad, es una tragedia.
En tanto, los partidos políticos estamos preparando una acción de inconstitucionalidad por los múltiples desacatos a órdenes judiciales, por las antinomias con la propia constitución y por el desapego a tratados internacionales en materia de justicia y de derechos humanos del que México es parte.

Senadora de la República