Las leyes secundarias de la Reforma Judicial, sin resolver los problemas
estructurales del sistema de justicia
Por: Claudia Anaya Mota
MORENA lo hizo otra vez: No cumplió su compromiso de que en las leyes secundarias, se arreglarían los pendientes que no se habían considerado en la reforma judicial; lo lamentable es que hasta entre ellos se engañan y están convencidos de que están cumpliendo el Plan C y atendiendo con eficacia, la gran deuda con las víctimas y los ciudadanos que demandan justicia.
Los legisladores federales del oficialismo, se comprometieron que luego de la aprobación de la Reforma Judicial, atenderían los pendientes y los retos en procuración de justicia y al de administración de justicia, pero no es así desde 2018 y no hay intención real de que lo vayan a cumplir.
Desde la llegada de MORENA a la Presidencia de la República y hasta el día de hoy, la Fiscalía General de la República ha experimentado recortes presupuestales por más de mil millones de pesos, es decir, están dejando cada vez menos dinero para la prevención del delito, los ministerios públicos, así como la capacitación de los policías ministeriales.
Las reformas a la Ley de la Carrera Judicial y las modificaciones a la Ley de Responsabilidades Administrativas, fueron cambios de forma, mas no de fondo y esencialmente, son 80% iguales a la anterior legislación y el 20% restante, son ocurrencias que no tienen mayor trascendencia e impacto real en la vida del ciudadano demandante de justicia, como el cambio de 11 a 9 ministros en la Suprema Corte de Justicia de la Nación o la creación el Tribunal de Disciplina, es decir, cosas de forma, únicamente.
Su mentira de brindar “justicia pronta y expedita” quedó totalmente expuesta en los hechos. Lo único que hacen, es politizar la justicia para llevarla a la arena electoral, siguen sin reconocer el “acarreo” de último minuto de abogados y de cuadros políticos para la simulaar una exitosa convocatoria a la elección de 2025.
Tenemos de “Comités de Evaluación” que fueron conformados por morenistas, particularmente los del Poder Ejecutivo y del Legislativo que operaron en total opacidad, pues hasta hoy, se desconocen las listas de los aspirantes inscritos y lo único que ha trascendido mediáticamente, es la presencia de familiares, amigos o asesores cercanos al oficialismo. No tienen llenadera, ya tienen el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y ahora van por el Poder Judicial.
Lamentablemente, esta reforma desde su origen, es catálogo de contradicciones y pifias que generan incertidumbre no solo entre las personas que siguen y seguirán buscando justicia para ellos o para algún familiar víctima de un delito, como un homicidio, un feminicidio o una desaparición forzada, sino también ante los inversionistas. No es casualidad que las calificadoras como Moody´s o Ficht Ratings hayan calificado como negativa la deuda soberana de México, pues ante tantos errores, por las prisas que la mayoría trae para cumplirle a quién sabe quién, no le estamos dando un mensaje de seguridad y certidumbre a los inversores nacionales o extranjeros.
MORENA sí ha transformado al sistema de justicia, pero no significa un avance sustancial como lo siguen pregonando sus promotores en las plazas públicas. Esta es la peor reforma que durante toda mi experiencia como legisladora, me ha tocado votar. Han dañado profundamente a México.
Senadora de la República