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Navidad: un llamado a la empatía y a la unidad

Por Claudia Anaya Mota

Estimadas amigas y estimados amigos:

Espero y deseo que hayan tenido la oportunidad y la posibilidad de vivir una Noche Buena y una Navidad acompañados de sus seres queridos, pero sobre todo, con paz en el alma.

La verdadera magia navideña no está en los regalos, sino en nuestra capacidad de actuar con nobleza, con decendia, de tender una mano, de mirar con empatía al otro. Nuestros valores como la compasión, la solidaridad y el amor, son el verdaderos regalos que podemos compartir.

En estas fechas de reflexión, estuvieron presentes en mi corazón quienes enfrentaron la soledad, en aquellos que pasaron la Nochebuena en un hospital, luchando contra una enfermedad o en quienes extrañaron a un ser querido. A ellos, les envío un abrazo que les pueda brindar algo de consuelo y mucha fortaleza.

En estos pensamientos, también llegué a la conclusión de que Zacatecas es tierra de gente valiente y profundamente devota, de hombres y mujeres que, a pesar de las adversidades, siempre encuentran la fe para seguir adelante. Somos un pueblo que sabe ayudar, que respeta al prójimo, amante de la paz y sincero en su palabra. Es ese espíritu el que nos define, hagamos un esfuerzo por transmitir esos valores a las nuevas generaciones.

Les invito a que busquemos en nuestros corazones la luz que puede iluminar el camino, no solo el nuestro, sino el de quienes nos rodean. Una palabra amable, un gesto solidario o una acción desinteresada tienen el poder de transformar realidades. Que esa luz, que es la esencia de la Navidad, nos inspire a ser mejores, a ser más compasivos, a ser más humanos.

Aunque las dificultades nos reten, nunca perdamos la fe, porque ese es el motor que nos impulsa. Les agradezco infinitamente a quienes se brindan un espacio de sus vidas para escribirme en mis redes sociales y me envían sus oraciones y bendiciones. Estar lejos de Zacatecas, mi casa, a veces es difícil, pero leerlos me ilumina y me motiva a seguir representándolos en el Senado de la República con mayor convicción.

Deseo que en esta temporada, no nos olvidemos de quienes están padeciendo. Seamos ese faro de esperanza para quienes más lo necesitan. Recordemos nuestra capacidad de ser empáticos.

En esta temporada de amor y unión, renovemos nuestro compromiso con la compasión, que nuestras acciones reflejen la bondad que caracteriza a nuestro querido Zacatecas, que cada día sea una oportunidad para demostrar que, incluso en los momentos más oscuros, la luz interior puede prevalecer.

Con afecto y admiración por cada uno de ustedes, les envío un abrazo fraterno.

Senadora de la República