Dr. Pablo Quezada*
Las remesas de migrantes de Estados Unidos a México: historia, evolución e impacto
Resumen
Este escrito aborda la historia de las remesas enviadas por migrantes mexicanos desde Estados Unidos a México, analizando su evolución desde finales del siglo XIX hasta la actualidad. Se examinan los contextos sociales y económicos que dieron origen a estos flujos, así como su transformación en una de las principales fuentes de divisas para México. El texto también considera el impacto de las remesas en el desarrollo local, la economía nacional y las dinámicas familiares transnacionales.
1. Introducción
Las remesas enviadas por migrantes mexicanos radicados en Estados Unidos representan hoy una de las principales fuentes de ingreso para México, superando en años recientes incluso al petróleo y al turismo. Sin embargo, su origen y desarrollo están profundamente entrelazados con los ciclos migratorios, las políticas bilaterales y las transformaciones económicas tanto en México como en Estados Unidos. Comprender su historia permite apreciar no solo su importancia financiera, sino también su dimensión humana y social.
2. Primeros antecedentes: migración temprana y ayuda informal (siglo XIX – 1930s)
Los primeros registros de migración laboral mexicana hacia Estados Unidos se remontan a la segunda mitad del siglo XIX, cuando trabajadores mexicanos fueron contratados para labores agrícolas, ferroviarias y mineras. Aunque los flujos eran pequeños, ya existían prácticas de envío informal de dinero o bienes a las familias que permanecían en México.
Durante la Revolución Mexicana (1910–1920), los flujos migratorios aumentaron por motivos de seguridad y desempleo, incrementando también la importancia de las remesas. No obstante, en los años 30, la Gran Depresión y las deportaciones masivas redujeron drásticamente la migración y, con ella, el envío de recursos.
3. El Programa Bracero y la institucionalización de las remesas (1942–1964)
Con la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, ambos países firmaron el Programa Bracero, que permitió la contratación temporal de trabajadores mexicanos. Este programa significó un incremento sustancial en los flujos migratorios legales y en el envío regular de remesas.
A pesar de irregularidades, como la retención de fondos que nunca fueron devueltos a muchos braceros, esta etapa marcó el inicio de un patrón estructural de dependencia familiar de las remesas, especialmente en comunidades rurales.
4. De la migración temporal a la permanencia: expansión de las remesas (1970–1990)
A partir de los años 70, la migración mexicana se volvió más permanente. Las redes migratorias se consolidaron y las comunidades de origen comenzaron a depender crecientemente de los ingresos enviados por familiares en Estados Unidos.
Durante esta etapa, el sistema financiero también se adaptó. Las remesas dejaron de enviarse únicamente en efectivo o encomiendas y comenzaron a utilizarse servicios postales y transferencias bancarias. En 1990, México ya recibía más de 2,700 millones de dólares anuales por concepto de remesas.
5. El auge del siglo XXI y el récord actual de remesas
En las primeras dos décadas del siglo XXI, las remesas crecieron de manera acelerada. En 2006, alcanzaron los 20,000 millones de dólares anuales. A pesar de crisis económicas como la de 2008, los envíos se mantuvieron relativamente estables.
Durante la pandemia de COVID-19 (2020–2021), contra todas las proyecciones, las remesas aumentaron significativamente. En 2023, México recibió más de 63,000 millones de dólares en remesas, convirtiéndose en uno de los principales receptores de remesas del mundo, solo detrás de India y China.
6. Impacto económico y social
Las remesas tienen un profundo impacto en la vida de millones de familias. Se destinan principalmente a cubrir necesidades básicas como alimentación, salud, vivienda y educación. A nivel macroeconómico, representan cerca del 4% del PIB nacional. Estados como Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Oaxaca y Puebla son los principales receptores.
Sin embargo, también existen efectos secundarios: dependencia económica, migración forzada y desigualdades regionales. Las remesas son un alivio financiero, pero no sustituyen políticas públicas de desarrollo sostenido.
7. Conclusión
Las remesas son mucho más que un flujo de capital: son una manifestación tangible de los lazos familiares, del esfuerzo de millones de migrantes y de la asimetría económica entre México y Estados Unidos. Lo que comenzó como ayuda ocasional se ha transformado en un pilar estructural de la economía mexicana y una prueba del papel fundamental que la diáspora mexicana desempeña en el país.
Referencias generales
· Banco de México (Banxico). Estadísticas de remesas.
· Durand, J., Massey, D. S. (2003). Cosecha de ilusiones: la migración mexicana a Estados Unidos.
· CONAPO (Consejo Nacional de Población). Informes sobre migración internacional.
· Lozano Ascencio, F. (2009). “Remesas y desarrollo en México”, en Estudios Demográficos y Urbanos, El Colegio de México.
¨*Doctor en educación