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Debate de ideas.
Por: Jenny González Arenas.

Nuestro país se encuentra en un proceso electoral para elección de Presidentes Municipales, Diputados, Senadores, y Presidente de la República. El rumbo del país se define en una jornada electoral el 2 junio, por lo que la decisión que asuma cada uno de los mexicanos repercutirá de manera directa en la forma en la que se conduzca a México por los próximos 3 y seis años.
Por eso es trascendental el conocer de cerca las propuestas que se hacen por los diferentes candidatos, que estas propuestas sean acordes al puesto para el que serán electos, así como la capacidad que tienen de dialogar y, sobre todo, de debatir de manera clara sus propuestas y sus puntos de vista.
En primer lugar, no es sencillo que los formatos diseñados para los debates sean del agrado ni de todos los candidatos, ni de todos los moderadores, mucho menos de todas las audiencias, sin embargo, son una oportunidad para poder valorar en un solo foro a las y los candidatos juntos, intercambiando ideas y posiciones sobre los temas que son de importancia de acuerdo con el puesto para el que participan.
Aunque en los últimos debates solo se presentan oportunidades para confrontar acusaciones, evadir respuestas y denostar a las demás candidaturas y son estas actitudes las que, en muchas ocasiones, dan pauta a que la ciudadanía, de manera justificada evite ver los debates, porque no hay un verdadero debate.
Hagamos una reflexión, preguntémonos si ya tenemos definido nuestro voto, y si la respuesta es sí, entonces digamos cual es la propuesta de ese candidato o candidata por quien votaremos en torno a salud, educación, empleo, vivienda, servicios, seguridad; ¿sabemos o no sabemos la respuesta? Y si la sabemos entonces es momento de preguntarnos porqué esa postura es mejor que las demás o si esa postura o propuesta es viable, sirve para un país, un estado o un municipio como el nuestro, si tiene verdaderas oportunidades de que su propuesta se haga realidad. Ese es el tipo de cuestionamientos que debemos hacer en un debate o esas son las preguntas que deben responder quienes aspiran a conducir el país.
Si aún no sabemos por quién vamos a votar, entonces cabe hacernos las mismas preguntas, pero para cada candidato y luego confrontar las respuestas para poder valorar cual, a nuestro parecer, es la mejor forma de abordar la problemática y ofrecer una verdadera solución, un verdadero debate de ideas nos permitiría realizar de manera eficaz este ejercicio, sin embargo, difícilmente veremos eso en un debate.
No se trata pues de un ejercicio solo de confrontación o de acusaciones, de agresiones o de ataque, sino de un espacio de propuestas, de ideas, de alternativas viables para lograr que nuestro país, nuestro estado y nuestro municipio logre superar la brecha de pobreza o de atraso económico en el que nos encontramos o bien dejar atrás la inseguridad o la falta de condiciones dignas de vivienda, mejorar las condiciones de salud, entre otras muchas cosas que se tienen que hacer.
Como sociedad, como votantes, debemos exigir que los candidatos eleven el nivel del debate de propuestas e ideas, que se apeguen a la realidad y que prometan cosas que, primero, estén dentro de sus funciones y segundo, se encuentren apegadas a la realidad de los votantes a quienes pretenden representar; porque solo así lograremos que quienes se postulen sean verdaderos agentes de cambio social y político en el país, con una visión clara de Estado y de Nación.

Secretaria General del SPAUAZ