La mayor riqueza de México es su gente
La mayor riqueza de México es su gente, que se esfuerza y lucha para vencer los retos cotidianos, que se supera y llega a los más altos niveles sin importar dónde ni cómo haya nacido, porque como siempre digo, es nuestro esfuerzo, talento y dedicación lo que debe marcar nuestro destino.
Ejemplos de eso tenemos muchos. Pensemos en los jóvenes que acaban de obtener cuatro medallas de plata, una de bronce y una mención honorífica en la Olimpiada Internacional de Matemáticas efectuada en Hong Kong.
¿Y qué hay de los niños triquis que sumaron otro triunfo a su destacada trayectoria al ganar hace poco la Copa Mundial de Basquetbol de Barcelona? Ellos han dado repetidas muestras de que cuando se quiere se puede y de la gran capacidad de nuestra gente.
Adán, de Rosarito, Baja California, estuvo desde muy pequeño al cuidado de su abuela, y decidió quedarse en México para seguir estudiando cuando ella cruzó a Estados Unidos para tener una vida mejor. Adán terminó la Licenciatura en Administración y cumplió el sueño de verse acompañado por su abuela el día de su graduación.
En Zacatecas un grupo de jóvenes es también motivo de orgullo y un gran ejemplo. Se trata del grupo Quark, quienes contribuyen al desarrollo de una mejor nación a partir de la ciencia y la tecnología.
Apenas hace unos días, en las redes sociales se dio a conocer el éxito que obtuvo María Bárbara Wetzer Aguilar, mejor conocida como “Bibi”, la pequeña gimnasta veracruzana con síndrome de Down que nos dio una gran lección de esfuerzo y dedicación al ganar cinco medallas en los Juegos Mundiales de Trisomía, en Florencia, Italia.
Quiero subrayar un ejemplo que es muy significativo para mí. Melisa Escamilla es otra joven y destacada gimnasta con síndrome de Down a quien abanderé cuando iba a representar a México en una competencia mundial en Shanghái. Ella ganó cuatro medallas de plata en las disciplinas que domina y conquistó una de oro en una modalidad que "no era su fuerte".
Estos casos, que han puesto muy en alto el nombre de nuestra nación en el mundo y dan fe de nuestra riqueza, invitan a reflexionar y a que dejemos de poner la atención solo en lo que sale mal, en nuestras debilidades y carencias.
Y no es que esté mal tomar conciencia de los errores cometidos, siempre que sea para hacer un análisis que nos lleve a tomar las medidas necesarias y a corregir el rumbo. Porque México es muy rico y depende de nosotros que esa gran riqueza perdure y se multiplique.