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Hay lugar para la crítica propositiva pero no para la violencia

Se vale estar insatisfecho con la posición de nuestros atletas en el medallero de los Juegos Olímpicos de Río 2016, pero también cabe que reflexionemos un poco más a fondo acerca de su desempeño.

Porque es necesario que reconozcamos su esfuerzo y su dedicación, gracias a lo cual muchos de ellos ocupan lugares privilegiados en la clasificación del deporte en el mundo. Y es que todos han mostrado una inmensa voluntad de luchar con toda su fuerza para hacer su mejor papel.

Claro que ellos deben estar inconformes por no haber obtenido medallas  y que nosotros también desearíamos que eso hubiera sucedido, pero es inaceptable la actitud violenta y hostil que algunos han desatado en su contra.

Estoy absolutamente convencida de que debemos rechazar toda violencia y menosprecio contra ellos, porque esa no es la forma de mostrar inconformidad. Así no se llega a ningún lugar, no se contribuye a la construcción de un mejor país, no nos hace crecer.

Por el contrario, debemos sentir un gran orgullo, porque, a pesar de que no obtuvieron medallas, consiguieron posicionarse en lugares extraordinarios en el marco del deporte mundial. Y siendo honestos ¿quién de nosotros no quisiera ser en su profesión cuarto, séptimo o décimo lugar en el mundo?

De manera personal me da mucho gusto el desempeño de mis paisanos Rommel Pacheco, en clavados, y Karem Achach, en nado sincronizado, quienes hicieron su máximo esfuerzo y trataron de poner muy en alto el nombre de México.

Con eso me quedo y creo que esa debe ser nuestra convicción, para impulsar a nuestros deportistas a seguir detrás de sus objetivos y a poner todos los días su voluntad en los entrenamientos. Así llegarán con la mejor mentalidad a las competencias.

También es necesario que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), las Federaciones, el Comité Olímpico Mexicano (COM) y todas las entidades y organizaciones que tienen que ver con el desarrollo del deporte  realicen un recuento honesto y a fondo de las causas de estos resultados.

Esa revisión es primordial y exige la absoluta voluntad de realizar las mejoras necesarias. El análisis debe ser totalmente honesto y crítico, buscando cuidar el futuro de los deportistas, quienes han demostrado que cuentan con las aptitudes necesarias para hacer un extraordinario papel.

Porque hay cabida para la crítica propositiva y franca pero no para la violencia, la descalificación y el ataque irracional a la persona.

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