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EL CAMPO ANTE TRUMP, DE MAL EN PEOR
Saúl Monreal Ávila
Contra lo esperado y contra las expectativas, el campo Zacatecano, considerado el granero del frijol del país, produjo este año solo una cantidad de aproximadamente 250 mil toneladas de la leguminosa, contra las alrededor de 400 mil toneladas que se esperaban y las mas de 300 mil que habitualmente produce cada año, enfrentando además una reducción significativa de fondos al Programa Especial Concurrente 2017, que afecta a 31 rubros del sector agropecuario a los que ya no se destinaron recursos, incluidas las medidas para incentivar la productividad, inversión, investigación, salud y apoyo a los mujeres del campo, tendencia de reducción que año con año se agudiza, según los dictados del modelo neoliberal que nos han impuesto.
No solo esto, la otra gran amenaza que se cierne sobre el horizonte hacia donde se encamina el campo Zacatecano es el de la posible deportación de los Estados Unidos de miles de zacatecanos, en su mayoría originarios de las áreas rurales en todo el estado, y de las nuevas políticas que pueden surgir por el cambio de paradigmas que cuestionan fuertemente los modelos económicos vigentes, como el neoliberalismo, lo que genera incertidumbre en cuanto al futuro y viabilidad del agro en todo el país y por supuesto el de Zacatecas.
Hasta el momento, esta en pie la lucha de los productores por mejorar los precios en  el esquema de comercialización del frijol, principal producto del campo Zacatecano, planteado por las autoridades del sector, al no cumplir como frecuentemente sucede, las propuestas generadas en las reuniones de funcionarios del sector y campesinos, ya que se anunció un precio de 10.50 en lugar de los 14 pesos acordados, con lo que no se cubren ni los costos de producción que se requirieron para las siembras. Escenarios similares se están viendo en los precios de los demás productos generados en el agro Zacatecano.
Lo que nos viene preocupando es la notable incapacidad de respuesta del régimen ante estos nuevos escenarios que se están conformando desde la llegada de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos. Tanto en el gobierno de la republica como en el de nuestro estado, al parecer esta imperando la política del avestruz, nos venimos preguntando, ¿Hay por lo menos en planeación, o mínimo en el pensamiento de quien gobierna algún plan emergente para recibir a los miles de campesinos desarraigados que en pocos meses, pueden inundar las comunidades rurales o ciudades de nuestro estado? ¿Cómo darles trabajo en sus lugares de origen? ¿Como resolver los problemas de inseguridad que seguramente puede aquejarnos aun más en el caso de que esto suceda?
Nuestro estado, cuenta con una población residente en el territorio de aproximadamente un millón y medio de habitantes, (1 579 209 habitantes al 2016, según INEGI) y en Estados Unidos hay aproximadamente un millón 800 mil zacatecanos, (Según estimación de la misma dependencia gubernamental) aunque no hay cifras exactas,  de los que aproximadamente la tercera parte son indocumentados, si se sigue la tendencia general de quienes radican en el país vecino, donde hay aproximadamente 11 millones de indocumentados, de los 32 de origen Mexicano que se tiene conocimiento, esto quiere decir que en el caso de Zacatecas hay un grave problema, si tomamos en cuenta que sigue la expulsión de Zacatecanos que siguen saliendo del territorio por razones económicas y de inseguridad, Zacatecas no esta en condiciones económicas de absorber una cantidad de gente en tal magnitud.
No sabemos de algún estudio o proyección de instancia gubernamental o universidad, ante las posibles consecuencias que pudieran tener para nuestra entidad las amenazas de Trump que incluyen la deportación de millones de personas; El cierre de facto de las fronteras con aquel país; Medidas para obligar a las empresas de origen estadounidense a reinstalarse en territorio Estadounidense; La revisión o en su caso, cancelación unilateral del tratado de Libre comercio que en su momento signo Carlos Salinas de Gortari; El endurecimiento en las políticas migratorias, mas allá de la expulsión de residentes mexicanos por falta de documentos y en suma, una cantidad de medidas que anuncio en campaña, de lo que solo existen remotas esperanzas de que estas no se apliquen y quede como mera retorica de campaña.
Seguramente nuestra entidad, de vocación agropecuaria es vulnerable a sufrir los impactos de las nuevas modalidades de política estadounidense hacia nuestro país, al ser Zacatecas uno de los estados mas expulsores de población hacia los Estados Unidos, Un agro en crisis crónica, agravada por las condiciones económicas que el modelo económico neoliberal nos ha impuesto, una inmisericorde desatención gubernamental que desoye el clamor por los grandes problemas que nos aquejan, y una inseguridad que mas allá de las irresponsables declaraciones de gobernantes en el sentido de que todo va bien, ajeno a la realidad no puede continuar mas, si seguimos así, transitando en la senda neoliberal del PRI-PAN y sus aliados, vamos directo al despeñadero.
Por ello, Zacatecas debe despertar, abrir los ojos a una realidad que se muestra ominosa y amenazante, si los ilegítimos gobiernos Priistas incapaces, laxos y entreguistas que se han impuesto por la vía del fraude electoral no lo hacen, debemos hacerlo nosotros, la sociedad civil. La coyuntura de la renovación de la presidencia de la republica y las cámaras de legisladores están a la vuelta de la esquina, los Mexicanos necesitamos un Presidente fuerte y de carácter, apoyado con legisladores nacionalistas y eficaces trabajando en bien de la sociedad para  enfrentar los retos que amenazan a nuestro país, no podemos mas seguir con la esperanza de la dadiva y el apoyo electoral proveniente de un régimen caduco y anquilosado. Es el tiempo de las decisiones, de gente común como usted y como nosotros amigo lector. Hasta la próxima.

saulmonrealavila@hotmail.com

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