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TODOS DEBEMOS IR POR MEXICO
Saúl Monreal Ávila
El llamado de AMLO para sumarse a MORENA al resto de los partidos que conforman la corriente de izquierda en nuestro país ha provocado una situación que es claramente incomoda a estos Institutos políticos, por lo que diferentes voces han revirado en términos y argumentos variados, algunos con cortesía, y otros con palabras más fuertes, el hecho es que ha habido una notoria sacudida en la izquierda mexicana y otras corrientes ante este llamado de Andres Manuel Lopez Obrador.
De fondo, es claro que existe la coincidencia de partidos, sectores, grupos y organizaciones sobre la necesidad de que el PRI salga del poder, es ocioso seguir enunciando acerca de la crítica realidad que los mexicanos estamos enfrentando, producto de la descomposición de este partido que lleva casi el siglo gobernando algunos lugares de nuestro país. En ello la inmensa mayoría de los Mexicanos estamos de acuerdo.
Las diferencias surgen en el hecho que lo que AMLO pide es que para efectos del próximo proceso se diluyan intereses particulares y de grupo de todos estos institutos y personajes de la política, cediendo el protagonismo a MORENA, lo que implica una claudicación de intereses y proyectos, razón por lo que esto ha generado tal cantidad de respuestas, primero por los aludidos, que sienten la presión en un punto álgido, y el PRI con sus aliados, que en caso de concretarse esto, perderían el poder sin duda. El llamado sacudió a este grado el ambiente politico.
Así, la disyuntiva que enfrentan ante Lopez Obrador los demás líderes de la izquierda es la de continuar o no en la zona de confort en el que se encuentran hasta el momento, con la cómoda posición de oposición en los congresos y en los pocos espacios de poder disponibles, y con cuestionamientos, posturas o iniciativas que difícilmente prosperan ante el mayoriteo del régimen, pero que permite se legitimen en algún grado, y con ello, continuar en estas posiciones manteniendo algunas estructuras para sostenerse, aunque no sea factible el crecer significativamente en los hechos. El llamado de AMLO pondría en riesgo esta zona de confort según el criterio que se percibe están aplicando.
Difícilmente a la sociedad le ayuda esto, ya que independientemente de la legitimidad de los partidos para participar en la vida pública de nuestro país, esto no cambiara el estado de cosas en que vivimos, sino solamente legitima a la mafia de poder en la que se ha convertido el PRI, ente corrupto y corruptor que ha creado brazos afines, y ha propiciado el surgimiento de cotos de poder partidistas que fragmentan la oposición, y con ello, garantizan la capacidad de perpetuarse a costa de la voluntad popular, el historial de crecimiento real de cada uno de los partidos que conforman la izquierda permite ver que este ha sido mínimo, incluido PRD, que ha visto disminuir su militancia gradualmente, y en ninguno de los casos, con excepción de MORENA, les alcanzaría en algún momento para estar en la pelea contra el PRI y aliados o para una eventual victoria electoral en la presidencia de la republica,
Las victorias en presidencias municipales, en algunas diputaciones, en Senadurías y Diputaciones Federales, incluso hasta ganando alguna Gubernatura por cualquier partido de izquierda no cambiaran las cosas ni resolverán los graves problemas en que nos ha metido este régimen, y que urgentemente necesitan ser atendidas. Únicamente a través de la Presidencia de la Republica se pueden lograr cambios sustantivos que solo son posibles desde ese nivel, como el modelo económico, la distribución tributaria o la política de seguridad, ese debe ser el criterio, las diferencias de tintes ideológicos entre los partidos de izquierda son pecata minuta y fácilmente salvables, es factible y es deseable cualquier tipo de acuerdo entre todos ellos y no caer en la práctica de tratar de estirar la cuerda al máximo para obtener más beneficios en negociaciones, este es el momento de privilegiar el superior interés de la nación sobre los de partido o grupo.
Y como así sucedió en el año 2000, donde el PAN logra la presidencia de la republica, cuando la gente voto por el cambio, incluso, con independencia de partidos o preferencias ideológicas, está más que claro ahora, en un contexto muchísimo mas desfavorable que en ese entonces, que de por si estábamos mal, y con una izquierda progresista y fuerte, MORENA que claramente va arriba en las preferencias y tiene todo el respaldo de académicos e intelectuales del país, así como un gran sector de la iniciativa privada, es necesario se sumen, para que finalmente se saque al PRI de los Pinos y que llegue la Izquierda. Es claro que PAN, PVEM, Nueva Alianza e incluso PRD, se han identificado plenamente como satélites o aliados del régimen, y de ganar solo representarían un simple cambio de siglas, por eso, al igual que el PRI, no deben dirigir nuestro país, solo seria mas de los mismo.
Es necesario entonces anteponer los intereses de la sociedad sobre los de grupo o de partido, el de AMLO no es un simple llamado a engordar el caldo a nadie, es ahora o nunca, es un todo o nada, en la elección presidencial no hay segundos lugares, o se gana o se pierde para efectos de un verdadero cambio, o se cambia o continuaremos en las manos de una verdadera mafia que tiene tres generaciones enriqueciéndose, y que ahora están rematando los recursos nacionales, incluso a nosotros mismos, ofrecidos a los consorcios internacionales como fuerza laboral. Las izquierdas deben valorar que es lo que quieren, ir juntos con MORENA, y lograr una victoria para ser parte de la transformación de México, o enconcharse para proteger sus intereses coyunturales y quedar fuera, esa es la gran disyuntiva.
saulmonrealavila@hotmail.com

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