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¿Y DONDE ESTAN NUESTRAS UTILIDADES?
Saúl Monreal Ávila
Se ha llegado la época en que muchos de los trabajadores se liberan un poco de la carga económica, pagando deudas, invirtiendo algo de dinero, o preparándose para salir de vacaciones pronto, gracias al tradicional pago de las utilidades, dinero que poco a poco están viendo diluirse hasta el punto que se ve posible su extinción total.
Se dice que la "Participación de los Trabajadores en las Utilidades" (PTU), el conocido reparto de utilidades, es un derecho constitucional de los trabajadores mexicanos y una obligación para las empresas o personas físicas con empleados, derecho que otorga a los trabajadores la posibilidad de recibir una parte de las utilidades generadas en la empresa donde laboran, es decir, un pago por su participación laboral que equivale al 10% de las ganancias obtenidas durante ese año, según lo que reza la ley laboral.
Y se supone que tienen derecho a utilidades todos los trabajadores de planta, trabajadores eventuales, ex trabajadores, trabajadores de confianza, trabajadores que se encuentran en el establecimiento de una empresa y trabajadores por subcontratación o outsourcing, a excepción de los directores, administradores y gerentes generales; trabajadores independientes; trabajadores eventuales con menos de 60 días trabajados en el año; socios y accionistas; profesionales que trabajen por honorarios, trabajadores domésticos; propietarios o copropietarias de una negociación.
Tambien, se establece que los trabajadores que cuentan con el derecho a este beneficio no pueden renunciar a él. El pago del mismo se hace en efectivo y la empresa no puede abonarlo a través de vales, premios, ni otros beneficios, y se determina en dos partes, una mitad de las utilidades se calculan por los días trabajados y la otra mitad depende del salario de cada trabajador.
Hasta ahí, y de acuerdo a la versión oficial, todo pareciera ir bien para mas de 16 millones de trabajadores que cobran esta prestación, según los datos oficiales de la PROFECO, sin embargo, en los hechos, y producto de la reforma hacendaria, las cosas no resultan de la misma manera,  una gran parte, 5 millones de trabajadores formales, ya están contratados en la modalidad de "outsourcing", por lo que su relación legal  no está ligada a la empresa principal que sí genera utilidades, y nunca se los pagan. La figura se creó precisamente para desvanecer las obligaciones laborales y diluirlas en una maraña legaloide. Empresas han optado por crear sus "insourcings", con sociedades que no tienen bienes y no generan utilidades para contratar los trabajadores, logrando así la manera de no pagarlo.
El otro gran problema, es que el 97.6% de las empresas en el país son microempresas, que difícilmente generan esta prestación, que con dificultades sobreviven en esta economía de la era peñista priista, por lo que el 95% de los trabajadores reales, no solo los que cuentan con empleo formal, no reciben utilidades,  a pesar de lo que pregonan los comerciales oficiales, y sobre todo ante la pasividad de las autoridades fiscales y laborales que durante décadas han permitido que nos encontremos en esta situación. Si preguntamos entre nuestros conocidos veremos que a excepción de los Mineros en Fresnillo y otras mineras en  el estado, que desde hace tres años, con la aplicación de las reformas Peñistas han visto muy mermado este pago, hasta más de un 50% en algunos casos, y además de algunas contadas excepciones, casi nadie lo recibirá en nuestro estado, esta es nuestra realidad laboral con las utilidades.
Lo que ha sucedido, como en su momento ya lo habíamos señalado, desde el inicio de la aplicación de las nuevas reformas laborales, se generaron lagunas legales, que se nos antojan deliberadas, para que los empleadores evadan este pago de diversas formas, además de la complacencia de las autoridades que en lugar de supervisar y actuar, han permitido que se genere esta situación, sin importarles los trabajadores.
Por otra parte, ha existido pasividad en el sector laboral, que prevalece para pelear e involucrarse en su realidad; en buena parte propiciada por la existencia de sindicatos blancos impuestos por las empresas y las autoridades laborales, y como en las cuestiones electorales, recibimos abusos por todos lados y sólo nos quejamos, no se actúa y mucho menos nos organizamos, es necesaria una gran participación del sector para lograr revertir muchas de estas medidas y vicios para cambiar el estado de cosas.
El otro gran problema, es el de que esta prestación, en los casos que se tiene el derecho a recibirla, es una especie de posible botín para las empresas, y  en lugar de reconocer la importancia de esta prestación que fomenta el consumo y mueve la economía, para en última instancia, acabar beneficiando a las mismas empresas que tienen la obligación de pagar utilidades. Sin embargo, los patrones prefieren evadir su pago y buscan dejar de cumplir a su base trabajadora, quien como siempre, como ha sucedido en los últimas décadas, acaba viendo mermarse sus ingresos de nueva cuenta.
Vistas como un todo, estas políticas que se implementaron en la administración priista de enrique peña nieto con el pomposo título de "reformas estructurales" no nos benefician prácticamente en nada, solo basta observar, como lo hemos hecho en nuestras frecuentes visitas a municipios de nuestro Zacatecas, más allá de la zona conurbada Zacatecas - Guadalupe, la ruinosa condición económica de las ciudades en general, de los pequeños y medianos negocios, incluso, el notorio aspecto deteriorado de sus establecimientos comerciales, de servicios o de manufacturas, además de la tambien notoriamente mermada capacidad de gasto de la gente, Utilidades, salarios, aguinaldos y demás prestaciones, seguirán a la baja en tanto lo sigamos permitiendo.
La solución la tenemos todos, en nuestra cartera o bolsa, en la credencial de elector con la que podemos cambiar todo, como puede suceder el próximo año, no permitamos que por una limosna de despensa, de boiler, de laminas o bolsas de cemento, sigamos endosando un cheque en blanco para que nuestro ingreso y nuestro futuro siga dependiendo de la decisión de políticos priistas voraces, nuestro futuro depende solamente de nuestra propia decisión en las urnas y debemos defenderlo.
saulmonrealavila@hotmail.com

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