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MEADE, CRONICA DE UN DEDAZO ANUNCIADO, ¿MAS DE LO MISMO O CONTINUIDAD?

Saúl Monreal Ávila

Se veía venir, una inmensa mayoría de analistas políticos, columnistas y líderes de opinión vieron las reformas estatutarias del PRI, en la pasada Asamblea Nacional 22 del partido, celebrada el pasado 12 de agosto en el Palacio de los Deportes de la Cd de Mexico, donde destacó la derogación del candado que exigía 10 años de militancia para aspirar a la candidatura presidencial, como pavimentación del camino a la actual nominación de  José Antonio Meade Kuribreña como su “Precandidato”. Con un atropellado y torpe dedazo, pero con toda la intención, la pompa y liturgia del viejo PRI.

El extitular de la  Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde laboró hasta el pasado 27 de noviembre del 2017, tambien se había hecho cargo de la misma secretaría durante el gobierno de Felipe Calderón, con los desastrosos resultados que ahora venimos pagando la mayoría de los Mexicanos, y ahora, cuando se le atribuyen todos los méritos inimaginables en su investidura como “Aspirante” a la candidatura del Partido de la Corrupción Institucional, es conveniente saber cuál ha sido su actuar en su paso por la administración pública.

José Antonio Meade, Hijo del priista Dionisio Meade, quien fuera diputado plurinominal de la Legislatura Federal 1997-2000, que avaló  hacer “deuda pública” los pagarés de los grandes bancos intervenidos por el gobierno federal, y crearía el Instituto para el Ahorro Bancario (IPAB), instituto que se encargó de revisar las operaciones irregulares de los bancos y que los llevaron a la quiebra con el conocido rescate del gobierno, y que fuera conducido nada más y nada menos que por el actual aspirante a gobernar nuestro país, José Antonio Meade, en su primera responsabilidad de alto nivel en el gobierno de Ernesto Zedillo.

Como secretario ejecutivo del IPAB fue cómplice y salvaguardó la espalda de Zedillo en el asunto del Fobaproa, el megafraude que aún estamos pagando todos los Mexicanos. Posteriormente, en el sexenio de Vicente Fox, fungió como director General de Banca y Ahorro de la SHCP, donde siguió cubriendo las espaldas a los hombres del dinero que estan tras bambalinas de partidos. Luego, como director de Banrural, la convirtió en Financiera Rural, en el proceso de desmantelamiento del agro mexicano, cuyas consecuencias igualmente estamos sufriendo los mexicanos, especialmente los más pobres, consecuencias de dejar el campo a merced de la voracidad de las trasnacionales, razón de la ruinosa situación de este sector.

Después, durante el sexenio de Calderón, cuando se nombró a Agustín Carstens titular de la SHCP, Meade es llamado a la coordinación de asesores, formando un grupo de egresados del ITAM (de donde tambien egresa Carstens), el llamado “Grupo de los 40 asociados”. Vicente Corta, Virgilio Andrade (el que exoneró a Peña Nieto de la Casa Blanca y reformuló el gobierno federal con el regreso del PRI), Jaime González Aguadé quien estuvo al frente de Bansefi, (la caja chica a la que los gobiernos panistas y priistas recurren como “fondo perdido” cuando las cuentas no les salen bien).

Posteriormente, llega a la secretaria de hacienda, como un alfil del mismo Carstens, quien se hace cargo del Banco de Mexico, y fue en su momento, corresponsable de la desastrosa situación de la economía nacional, coparticipe en la mala y fantasiosa conducción de la economía del periodo de Calderón, cuando la deuda publica llega casi la mitad del PIB. Como Secretario de Hacienda siempre se caracterizó por los recortes al campo y subejericios. Luego, con Peña Nieto, siendo el único funcionario calderonista con pase directo al gabinete, y como Secretario de Desarrollo Social modificó la metodología para medir la pobreza y rompió el seguimiento que el Coneval traía queriendo resolver de manera artificial la pobreza, alterando metodologías, parámetros y cifras, aunque la realidad diga que los mexicanos cada vez somos más pobres.

En su  regreso a la Secretaría de Hacienda, Meade ha sido el autor de los gasolinazos, de los recortes al gasto educativo y del aumento en el presupuesto militar, igualmente dio continuidad a la irresponsable política de endeudamiento extremo, que el inició en la secretaría de hacienda en su primer periodo durante el gobierno de Calderón, la que se ha agravado aún más durante el sexenio actual. Gracias a las gestiones de Meade y Videgaray, desde 2010 en Hacienda la deuda pública ahora equivale a un exorbitante y casi inmanejable 50.2% del Producto Interno Bruto (PIB). Y por si fuera poco, tambien son ampliamente conocidas las convicciones ultraconservadoras de Meade en materia social. Es un fundamentalista religioso cercano a Antonio Chedraoui y el Opus Dei, y se le ha señalado que se opone al aborto, al matrimonio gay y la liberación femenina, lo que podemos corroborar fácilmente.

El alfil del Priismo- panismo, Meade, es la viva imagen de la continuidad del sistema de impunidad, corrupción, desigualdad y entreguismo que ha malgobernado el país desde la creación del PRI en 1946 por Plutarco Elías Calles, en complicidad del PAN y un sector del PRD en los últimos años con la administración Peñista, confirmando con su virtual designación la complicidad de los denominados “PRIAN”, verdadera mafia empoderada que está depredando a nuestro país.

La designación de un personaje protagonista de lo más oscuro de la historia económica y política de nuestro país, al que seguramente le inventarán una y mil cualidades, pone aún más en relieve la necesidad de un cambio verdadero,  Meade es un títere de este grupo amafiado, y su destape muestra el pacto que existe entre el  grupo compacto de políticos corruptos y empresarios favorecidos para continuar en el poder. Meade representa al actual sistema, y más allá de los partidos que utilizan, el exsecretario de hacienda es el adalid de la continuidad. Esa es la disyuntiva, continuidad o el cambio, queremos más de lo mismo o una opción a favor de la sociedad, esa es la cuestión.

saulmonrealavila@hotmail.com

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