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La Nota Espe_culera
By Sires
La mafia del poder

Recordará que, en días pasados, se suscitó una balacera en una Plaza Comercial Artz en la Ciudad de México, donde fueron asesinados dos israelís a plena luz del día y usando sus gatilleros armas de gran calibre. Pues bueno, el periódico El Universal publicó el pasado 27 del mes, que, según la oficina de inteligencia del gobierno israelí, la mafia de aquel país tiene operando en México desde el año 2000, hecho que el Gobierno mexicano reconoce sin sonrojarse ni abochornarse, pues existen informes respectivos desde el 2004 y posteriores donde los servicios de inteligencia mexicano denunciaban los hechos a sus superiores, a quienes se les dio la orden de archivar los documentos.
Y aunque esta crudeza ya no nos sorprende, cada vez hay más evidencias que el Gobierno Federal no solo ha sido omiso en inhibir al crimen local, tiene pactos con las mafias extranjeras que operan en el país, lo que nulifica cualquier actividad para inhibir la venta de armas y el lavado de dinero que como vemos, no es un problema exclusivo de connacionales, sino una beta profunda de la corrupción que aqueja al país a nivel mundial y en las altas esferas del gobierno. Lo que posiciona a nuestro país en uno más de los centros de operación de mafias internacionales.
Según reportaje de Contralinea.com.mx realizado en el 2011, las investigaciones internacionales descubrieron nexos entre los cárteles mexicanos con otras mafias como la italiana, japonesa, peruana e hindú, todas ellas para trasegar decenas de toneladas de drogas en América Latina, Europa y Asia.
Ante esta globalización dice la nota, estas mafias tienen acceso a mercados que antes eran controlados por los colombianos lo que ya ha generado desde hace años alertas a las autoridades europeas.
Mientras Europa trata de blindar su continente, las autoridades mexicanas hacen como que “apenas” se dieron cuenta de lo podridas y coludidas que están las autoridades en el tema. Y ponen cara de asombro ante los hechos recientes en la Plaza Artz tratando de engañar al principio a la opinión pública como que se trataba de un “crimen pasional” cuando en realidad eran asesinos a sueldo y gatilleros contratados para perpetrar el doble homicidio.