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La Nota Espe_culera
Por Syres

CONTELACIONES POLÍTICAS

Las constelaciones familiares, son una terapia grupal que sirve para tratar problemas con la familia, con el trabajo, con la pareja y emociones no trabajadas a nivel consciente e inconsciente como el abandono, la tristeza y algunas enfermedades. En un gobierno donde los escándalos de inseguridad, compadrazgos, redes de corrupción familiares, oportunismo político, fuga de reos, alza en las tarifas del agua potable, amenazas de muerte contra alcaldes, ejecutados, cobro desmedido de impuestos y una alerta de género que poco ha logrado erradicar la violencia y discriminación contra las zacatecanas, es inverosímil que nuestro Gobernador y su gabinete piense que están haciendo el papel de su vida, y que además, tienen una salud mental envidiable.

Si analizamos los personajes desde la visión terapéutica de las “constelaciones”, la conclusión sería que gente psicológicamente inestable y con graves problemas de abandono o falta de reconocimiento desde su niñez, son las ahora encargadas de guiar el destino del país y del estado.

A nivel federal, Andrés Manuel López Obrador, sigue arrastrando el delirio de persecución que lo hiciere famoso cuando se definía “políticamente indestructible”, y que por cierto, lo llevó a la locura de imaginar que todo lo que pasaba a su alrededor y en el mundo eran parte de un “compló” orquestado por los oponentes en su contra, con el único propósito de mandarlo a La chingada -su rancho- cual casa de reposo. Y que ahora, gobierna con todos los miedos y fobias que mantiene y que guían el rumbo de este país bajo un visión casi casi esquizofrénica y senil.

A nivel estatal comencemos por el narcisismo de Miguel Alonso Reyes, quien nunca supo manejar sus emociones y eso caracterizó su administración con inestabilidad personal y conflictos que giraban sobre su apariencia física, padecimiento mental por el cual se rodeó de aduladores y charlatanes que tenían la encomienda de palmearle la espalda cuando alguien señalaba su incapacidad como gobernante o que ya no lucía tan jovial, esto sumado a la crisis de los cuarentas lo llevaron a tomar decisiones bajo este enfoque de enfermedad que algunos supieron aprovechar, como sus hermanos mayores quienes cobraron dádivas por las licitaciones o que decir del enriqueciendo del cuñado quien desde que andaba con su hermana ya gozaba de las licencias y permisos para hacerlo terrateniente en el Estado.

Pero quien requiere que le apliquen un análisis lacaniano, es Alejandro Tello, pues pareciere que vive en una especie de autismo político que lo hace ensimismarse en su propio mundo, al grado de soltar las decisiones mas importantes a su Secretario de Finanzas y a su esposa y Presidenta Honorifica del DIF, pese a rasgos cleptómanos que ambos han demostrado, pues han sabido sacar a sus familiares de la precariedad y llevarlos a la opulencia en menos de un trienio. Y aunque nuestro Gobernador da claros síntomas de algún tipo de trastorno de adaptación, pues no puede hacerle frente a las dificultades inherentes al papel de mandatario, el prefiere simular desconocimiento o ingenuidad como parte un padecimiento donde ya no puede discernir entre lo que es bueno o malo para el y su gobierno.